Alajuelense ganó este domingo en Guápiles 2-0 y contabilizó un puntaje inalcanzable para los rivales a falta de tres fechas para el cierre de la primera fase, por lo que se aseguró su presencia en la final de la segunda fase y una posible gran final.
Con un gol de Jonathan McDonald, quien ingresó de cambio, y otro de Marco Ureña, al minuto 88, los manudos triunfaron de visita ante el Santos para sumar 48 puntos, una cifra que Saprissa, único con posibilidades de darle pelea, es incapaz de igualar porque el máximo puntaje al que podría llegar es a 45.
Esta situación, le permitirá a los rojinegros jugar una final que no disputan desde mayo del 2016 y con la ventaja de cerrar en casa, algo que tampoco consiguen desde hace cuatro años.
La 30 se ve más cerca que nunca para los manudos, si se analiza lo que han hecho en los últimos torneos, pero en la casa rojinegra mantienen la calma y aseguran que no han ganado nada, como debe ser.
Eso sí, lo conseguido este domingo sí le puede dar chance al técnico Andrés Carevic de seguir haciendo rotaciones de aquí al miércoles 20 de noviembre, por lo que tendrá al equipo bien afinado para cuando arranque la segunda fase del torneo.
Pero para que los rojinegros llegaran a conseguir tanta contentera no fue comida de trompudo, ya que Santos se plantó muy bien y demostró que estudió muy bien a los líderes del campeonato.
José Miguel Cubero no jugó debido a una molestia que arrastra de los juegos con la selección nacional, como tampoco lo hizo Jhamir Ordan (lesionado). Además, Carevic decidió dejar en banca al hondureño Henry Figueroa y a Jonathan McDonald, demostrando que como ha sucedido a lo largo de todo el Apertura, lo suyo no es repetir alineaciones.
Pero Santos los puso en aprietos, obligando al portero Adonis Pineda a meter el pie en un remate del jamaiquino Javon East cuando ingresaba al área y quedaban en un mano a mano.
Después fue Starling Matarrita el que desaprovechó marcar el primero, al mandar la pecosa por encima del horizontal.
A Carevic no le hizo ninguna gracia ver a su equipo pasando congojas en defensa y por eso se pegó más de un grito para ordenarlos.
La Liga echó mano del toque y del contragolpe y fue así como mandó el primer recado al portero Douglas Forvis, al minuto 24, cuando José Salvatierra llegó a la línea final y tocó atrás para Anthony López, quien le pegó horrible a la redonda.
Las famosas triangulaciones permitieron que Alex López sirviera a Jonathan Moya, quien ingresó al área, pero cuando se dispuso a rematar, el defensa Rándall Alvarado metió el pie para mandar la pecosa al tiro de esquina.
Los manudos tuvieron una nueva opción en esa primera parte, otra vez en piernas del hondureño López, cuando quiso globear la bola a Moya, pero el balón pegó en Juan Diego Madrigal.
Los rojinegros pidieron penal, no obstante, el central Henry Bejarano dijo que al defensor local la bola le pegó en el pecho.
León a la final
Alajuelense no se conformó con sellar el pase a la final con un empate y salió con todo por la victoria en el complemento. Así que Ariel Lassiter, al 55′, mandó un aviso con un remate que apenas tapó el portero Forvis.
En ese momento, Carevic mejor no se la jugó y decidió mover el banquillo, por lo que sacó a Moya para meter a Jonathan McDonald al 57′ y la pegó porque al 71′ el delantero hizo el primer pepino de la tarde.
La jugada la inició Anthony, que le pasó el balón a Marco Ureña, quien de inmediato sirvió al goleador.
El Bigmac recibió la bola con el marco de espaldas, se dio vuelta, eludió la marca de un rival al enganchar el balón con la pierna derecha y luego soltó un zurdazo imposible de detener parea Forvis.
La nota curiosa la puso el árbitro central al pedir que encendieran las luces del estadio, pese a que se veía claro y no eran ni las cinco de la tarde, pero donde manda capitán, no manda marinero.
Santos no quería darse por vencido tan pronto y lo intentó en una llegada de East, al 78′, que salvó Pineda a una mano. Adonis demostró que hasta la portería manuda está con toda la pata y lista para pelear por un título que se les resiste desde hace seis años.
A dos minutos del final, cuando parecía que el marcador no se movería, Ureña puso el 2-0 tras un pase dentro del área de Alex López a Lassiter, quien no pudo llegar a tiempo, por lo que un zaguero rechazó y la pelota le quedó a Ureña que soltó un riflazo que infló las redes.
De momento, los manudos ya dieron el primer paso en busca del título y confirmaron que esta fase nadie se los quita de gran forma, pues ante Guápiles impusieron un récord en el fútbol nacional de sumar nueve victorias como visitante de forma consecutiva.