Los gritos racistas contra Javon East, futbolista del Deportiva Saprissa, le costaron a Alajuelense además de una multa económica, jugar el próximo partido como local a puerta cerrada.

El Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol dio a conocer la sanción este martes según explicó en su informe de la jornada 7.

“El club manudo deberá pagar una multa de 1.050.000 colones y fue sancionado con jugar a puerta cerrada el próximo partido que dispute de local en el campeonato nacional, lo anterior de conformidad con lo establecido en el artículo 47 inciso 1.c acápite I del Reglamento Disciplinario del Fútbol de la Primera División, debido a que se dieron dos acontecimientos discriminatorios y racistas en el estadio Alejandro Morera Soto”, destaca la nota.

La mejenga de sanción deberá pagarla en la jornada 9, programada para el 13 de setiembre cuando reciban al Cartaginés.

Sin duda un golpe económico fuerte para Alajuelense, dado que se perdería una taquilla que prometía ser bastante importante, pero el castigo debería servir para hacer consciencia.

Apelación

Horas después de conocida la sanción, los rojinegros aclararon que la apelarán porque afirman que hay evidentes fallos en el procedimiento.

“Es importante empezar diciendo que Alajuelense condena todo acto discriminatorio de racismo que se dé en el estadio Morera Soto o en cualquier otro estadio, estamos totalmente de acuerdo con las disposiciones que lo establecen, pero acá, en este caso específico, no se trata de ir en contra de eso.

“Tenemos un desencuentro con el procedimiento utilizado tanto por los comisarios, el árbitro y finalmente por el Comité Disciplinario que en nuestro criterio indujo a error para dictar una sanción como la que estamos recurriendo”, explicó Mata.

El abogado comentó que en cualquier partido que se den accidentes racistas, lo que estable el protocolo es claro y en el clásico eso no se realizó en ningún momento por parte del comisario, ni de los árbitros.

“El reglamento dice que ante un evento de discriminación o racismo en el estadio, inmediatamente el árbitro toma la decisión de suspender el partido hasta por cinco o diez minutos para hacer a las aficiones las prevenciones correspondientes o al aficionado que esté en esa conducta.

“Si el partido se reanuda y siguen esas conductas, ya se tendrán que tomar entonces otras sanciones más severas, pero acá ese procedimiento no se le otorgó a Alajuelense y lo están dejando en un estado completo de indefensión”, detalló.

Para Mata si el árbitro y el comisario tomaban las acciones correspondientes del caso y Alajuelense seguía esos lineamientos señalados, no se estaría dando una sanción que al final se otorga por el desconocimiento del reglamento de parte de quienes debían aplicar el protocolo correspondiente.

“Ahora están sancionando el estadio, pero es una clara violación a las normas del debido proceso, que eso se tiene que respetar en cualquier caso, sino se da el debido proceso lo que procede es anular una sentencia, resolución o norma.

“Fíjese que lo que dice el reglamento es que en la primera ocasión del transcurso de un partido, se dará una multa de ¢500 mil y sí se vuelve a repetir en ese mismo partido, la multa será de un millón de colones y la sanción de jugar el siguiente partido a puerta cerrada, pero ese paso no se dio nunca”, explicó.

Posterior a lo externado por los manudos, desde la oficina de prensa de la Fedefútbol afirmaron que se sentarán con Unafut y los clubes para discutir sobre los vacíos legales que muestra el reglamento y la correcta aplicación de sanciones.

“Este miércoles 6 de setiembre representantes de la UNAFUT y de la FCRF tendrán una mesa de trabajo para analizar la posibilidad de revisar los vacíos legales y otros detalles sobre el protocolo antirracismo que se aplica en el Campeonato Nacional de la Primera División”, destacaron.