Una foto que tomó don Luis Fernando Rodríguez en 1986 removió las fibras más sensibles del exvolante morado Alonso Solís.
En la imagen de este fotógrafo, quien lleva más de 36 años de retratar al Monstruo, el Mariachi aparece junto al exvolante morado Carlos Santana y para los observadores un detalle salta a la vista: los enormes tacos que usó Solís para entrenar, a pesar de que él no era patón.
Alonso, una de los exjugadores saprissistas más queridos por la afición tibaseña, recordó, gracias a esa imagen, el primer día en que fue a entrenar con las divisiones menores del Sapri.
“En ese entonces tenía siete años. Recuerdo que los tacos que usaba eran 37 y yo calzaba 33, pero papi me los compraba grandes para que me rindieran, porque el pie me crecía muy rápido”, dijo Solís todo emocionado.
El exjugador comentó que al inicio era incómodo usar los tacos por la diferencia de tamaño, pero poco a poco se fue acostumbrando y, aunque no recordó cuánto tiempo le duraron, sí dijo que les sacó el jugo.
Alonso manifestó que su papá, don Jorge, todas las semanas sacaba tiempo para llevarlo a la cancha anexa a la Cueva.
“Los entrenamientos eran a las siete de la mañana. No recuerdo si ese día estrené los tacos, pero sí que hice un golazo de tiro libre en un colectivo. Mi mamá aún conserva ese uniforme”, contó.
Poco tiempo
Solís, hoy con 42 años, contó que luego de ese primer día, entrenó con Saprissa por tres meses y se tuvo que retirar por unos años debido a que por las noches, don Jorge y él trabajaban con el mariachi, por lo que se les complicaron los horarios.
“En esa primera vez estuve solo por tres meses, fue mi primera etapa en Saprissa, porque era complicado madrugar luego de trabajar por las noches. Cuando tuve once años pude volver.
“Papi me transportaba en el carro que tenía para el mariachi. Esos son de los recuerdos más lindos que uno tiene”, dijo.