Enamorado de los piques y buscando tener su bólido a punto para pelear en pruebas oficiales es como Andrey Solano Vargas llega al Parque Viva para probar que el "María Fernanda" se acerque al mejor momento mecánico.
"Yo soy soltero y mi carro se llama la María Fernanda porque tengo una niña y en honor a ella se llama así", comentó Solano.
El guadalupano llega al Parque Viva a probar los constantes cambios que le hacen a su chunche para competir en interclubes o cuarto de milla.
"Tengo que decir que mi máquina es un Nissan B11, año 86, motor SR20VE, por ahora está sencillo, lo único que tiene es nitro", contó.
Solano encontró su carro botado y por eso se lo vendieron barato.
"Me lo dieron en 100 mil colones hace año y medio y a partir de ahí le puse bonito para llevarlo al mejor nivel competitivo", dijo
Desde que lo compró le ha metido platita y ya va por los cinco millones de colones.
"Para tener el carro como se desea saco el tiempo necesario, a veces unos dos o tres días por semana, porque si no lo hago así es muy difícil conseguir lo que se quiere", explicó.
El piloto dijo que quisiera dedicarle más tiempo a su carro, pero debe trabajar para llevar platica a la casa.
"Por esa situación del brete es que su bebé, como le dice, sigue con la misma carrocería de cuando lo compró. Sí le cambió la suspensión por una de un Nissan B13 y por dentro todo es racing, con asientos de butaca de aluminio y los relojes marcadores de diferentes aspectos son nuevos", comentó.
Para Andrey la lucha por llevar al "María Fernanda" al primer lugar de pruebas oficiales apenas arranca.
"Este es un nuevo proyecto y había que probarlo porque viene el campeonato nacional en La Marina en Guápiles y debo aprovechar el tiempo al máximo para cumplir con mi cometido", señaló.
Esto de las carreras no es nuevo para el josefino, años atrás corrió con la María Fernanda 1 y quiere reverdecer laureles con la número 2.