Árbitro fue golpeado y terminó con una fractura en la mandíbula por expulsar a un jugador

Corría el minuto 42 del segundo tiempo en un partido de canchas abiertas entre Guácimo y Las Gaviotas, en la cancha de Pococí en Limón, cuando en una jugada un futbolista cometió una fuerte falta.

El árbitro era José Luis Valvede, de 48 años, quien no tuvo otra opción que expulsar al joven por acumulación de tarjetas amarillas.

Por esa acción recibió un fuerte golpe que aún lo tiene en el hospital.

- ¿Cómo fue que pasó el problema?

Yo estaba dirigiendo el partido, tuve que expulsar a este muchacho y en eso él se me lanzó encima.

- ¿Cómo lo golpeó?

Con los puños, él me tiró varios golpes, pero yo me los quité. Solo pudo pegarme uno en la mandíbula.

- ¿Cómo es que le quedó la cara hinchada por un golpe?

Tengo los ojos cerrados porque producto del golpe se me hizo una infección.

- Nos dicen que perdió varios dientes…

Sí, todavía no se cuantos fueron, pero sí fueron bastantes.

- ¿Luego de recibir la agresión qué pasó?

Yo quedé inconsciente y luego una gente me auxilió y me llevó al hospital de Guápiles. No sé si después de quedar inconsciente me siguió pegando.

- ¿Qué le dijeron los doctores?

Lo que tengo es una fractura en la mandíbula, ahorita estoy internado, ayer (lunes) me llevaron al hospital de Limón para hacerme una placa y me dijeron que la cosa es grave.

- ¿Le dieron algún tratamiento?

Estoy en observación, me dijeron que me podían mandar al Calderón Guardia a que me hicieran otros exámenes.

- ¿Va a poner la denuncia?

Sí claro, estoy esperando a que me den la salida para hacerlo.

- ¿Antes se había topado al muchacho que lo agredió?

Sí, es un buen jugador, pero nunca habíamos tenido problemas.

- ¿Piensa volver a arbitrar?

Sí, es una pasión, pero también lo hago por necesidad porque con la plata que me gano ayudo a mantener a mi familia.

- ¿Cuánto se gana por partido?

Entre ¢16 mil y ¢18 mil por partido, yo trabajo como chofer de bus, entonces con eso me ayuda bastante para mantener a mis cuatro hijos.

- ¿Su familia lo apoya en esta decisión de querer seguir dirigiendo partidos?

Bueno (hace una pausa), ahorita están preocupados por mí y quieren que me recupere rápido. Esta es una pasión para mí, llevo 20 años haciéndolo.

- ¿Es la primera vez que sufre una agresión mientras arbitra?

Sí, en estos partidos eso es normal, pero no la magnitud a la que se llegó conmigo, a mí hasta ahora me toca algo así.

- ¿Los árbitros se han comunicado con usted?

Ramón Luis Méndez, Ricardo Montero y otros han hablado conmigo y me han dado mucho apoyo.

- ¿Qué mensaje le da al muchacho que lo agredió?

Que ojalá nunca le pase algo así y que su familia tampoco tenga que sufrir.