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Arquero de Jicaral le dio un tanque de oxígeno a un alicaído Saprissa

Morados la vieron ruda en la península de Nicoya, pero sacaron los tres puntos y son segundos del grupo B.

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Un tortón del arquero de Jicaral, Jouseff Delgado, a los 86 minutos le dio vida a un Monstruo que no se veía por dónde pudiera sacar la victoria en la península de Nicoya.

Wálter Centeno tragó grueso porque otra vez su equipo mostró muy poco, pero esta vez el fútbol no se lo cobró, al contrario, lo premió con tres puntos gracias a la victoria de 1-0 ante los jicaraleños.

Sin Johan Venegas, suspendido por tres jornadas después de la expulsión del domingo ante Cartaginés, el Monstruo tuvo que meter por segunda vez a Frank Zamora como titular, quien aprovechó la peladota monumenta del meta para anotar su primer gol como morado. Eso sí, al delantero hay que reconocerle que siguió la jugada.

Cuando el Huracán se sentía con un puntito al menos en la bolsa, llegó la fatídica jugada, Rafael Núñez le devolvió la pecosa a su arquero para, según él, asegurarla, pero en el área Delgado se hizo un colocho, no pudo controlar la chocobola y ante la presión de Zamora sucumbió.

Fue todo mala suerte, porque el arquero entró por la lesión que sufrió Kevin Briceño al medio tiempo, quien es el titular en el cuadro jicaraleño.

El campeón nacional tampoco debería engañarse, tiene que analizar las circunstancias en las que triunfó, aún tiene muchísimo por mejorar, aunque el triunfo le sirve para ir amarrando el segundo lugar del grupo B, llegó a 13 puntos y le sacó tres a Sporting, su próximo rival el miércoles 7 de octubre, la "S" no juega este finde porque San Carlos está en cuarentena por casos positivos de covid.

Los morados necesitan ver cosas que les haga recuperar la confianza y la ilusión en un torneo ralito en el que han mostrado muy poco y mejengas como la vista en Jicaral no ayudan en nada.

Mejenga apretada de inicio a fin

Después de las dos derrotas seguidas contra el Cartaginés, el campeón nacional llegó a la península urgido de puntos y de no ceder más ventaja para pulsear la clasificación.

Lo único bueno para el Monstruo es que casi nadie vio su pobre desempeño, ya que una mejenga un miércoles a las 2 de la tarde y transmitida por un canal de televisión cuya señal se caía más que borracho en bicicleta, tapó un poco la cosa.

De todas maneras ver a este Saprissa pasando congojas, sufriendo ante el último lugar de su grupo, el que hasta el domingo pasado logró ganar su primer partido del torneo, es un golpe al hígado de sus fiebres, todo un ejercicio de paciencia.

De nuevo al Monstruo le faltan variantes, brillo y fútbol, se dejó enredar en lo que le servía a Jicaral, equipo que le cedió la pecosa, pero que tampoco es que sufría mucho y con contraataques puso a sufrir a la defensa morada.

De hecho la primera opción brava de la mejenga fue para Jicaral, casi casi pone a sufrir al Monstruo desde el puritito inicio, cuando Wálter Chevez pegó la pecosa en el palo al minuto 3 con un remate de larga distancia. No si es que los morados tuvieron a la divina fortuna de su lado este miércoles.

Practicamente esa fue la única jugada del primer tiempo, saque cuentas de lo flojo que estaba el asunto.

Para el segundo tiempo el aburrido guion siguió, un cabezazo de Giovanni Cunie cerrando en el primer palo del arco morado pudo abrir el marcador a los 56 minutos.

Tres minutos David Guzmán la pegó en el palo, en un tiro de esquina en que el arquero rechazó rarísimo y se la dejó a Guzmán, quien se la comió con el marco de frente.

Tal como lo pasó en el duelo ante Sporting, Mariano Torres y Michael Barrantes quedaron en banca para aparecer en el segundo tiempo y tratar de salvar la historia, pero esta vez ni el Maestro, como le dice Paté a Barrantes, ni el argentino mostraron algo diferente.

En la banca a Centeno se le veía tenso, nervioso, reclamando hasta más de lo usual, lo que muestra que no están viviendo tiempos tranquilos.

El plan de Giacone iba bien y daba la impresión que una contra podía liquidar.

Jicaral hasta tuvo dos más, una con Clunie al segundo palo al 63 y otra con Kennedy Rocha cinco minutos después.

El olor a empate estaba pesado, hasta que apareció el tortón del portero jicaraleño y el resto de la historia ya se la contamos.

El campeón se llevó los tres puntos, tuvo esa virtud mezclada con suerte y como dicen los técnicos siempre es más fácil corregir ganando, el asunto es que de seguir así ante rivales más pintados es claro que seguirán sufriendo en paleta.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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