Un día de múltiples emociones vivió el asistente técnico de Saprissa, Marco Herrera, el miércoles anterior, cuando los morados sellaron el pase a la final del torneo de Clausura.

Herrera contó que vivió un día largo. Estaba tranquilo, pero conforme avanzaban las horas y se acercaba la mejenga se sentía ansioso, pues estaban cerca de volver a hacer historia. De seguro muchos aficionados tibaseños se sienten identificados con esos sentimientos.

“Había mucha ansiedad, por la hora en la que era el partido, pero si uno no siente esa ansiedad, mejor retírese de esta actividad.

“Ese día aproveché para leer la Biblia, para que Dios me diera sabiduría. Vi tele y esperé que fueran las 5 p.m. para irme al estadio, llegué faltando 15 minutos para las 6 p.m. y ahí nos encontramos con los jugadores, porque había cosas por hacer”, dijo Herrera, vecino de Heredia.

Motivación al tope

Todo el plantel fue convocado a las 6 de la tarde en la Cueva. Allí compartieron una merienda, vieron un video motivacional que preparó Marvin Angulo y luego leyeron una carta que les envió Cultura Saprissa.

“Marvin es muy tecnológico y él hizo el video con tomas de otros partidos, momentos especiales que vivimos a lo largo del torneo.

“Se leyó la carta que nos enviaron los aficionados y fue muy emotivo, porque siempre es importante escuchar la voz del aficionado, todo suma en estas instancias. Yo me comí un sándwich, unos pastelillos y un cafecito, estábamos listos para la batalla”, comentó.

El equipo salió a las 6:45 p.m. rumbo a Alajuela.

“En el bus íbamos muy concentrados. Por protocolo, cada uno se debe sentar solo, con mascarilla y guardando la distancia. Yo me siento adelante y estaba pensando en todo lo que debíamos hacer”.

El Monstruo llegó al estadio Alejandro Morera Soto a eso de las 7:15 de la noche, hubo una charla técnica y, a eso de las 8 p.m., el asistente tuvo que subir a la gradería para ver el partido en un espacio asignado para los saprissistas ya que estaba expulsado y por eso no podía estar en el banquillo.

“Todo lo teníamos listo, pero Alajuelense es un equipo muy fuerte y estaba pensando en muchas cosas”, afirmó.

El partido

Para Herrera, el juego fue más estresante por no poder estar en la cancha, pues quería dar bolados rápidamente y no era fácil.

Saprissa abrió el marcador al 26′, cuando Christian Bolaños marcó desde los once pasos. El asistente sabía que en ese momento era clave cuidar el resultado, pues el global era 5-3.

“Estando uno arriba, se ve el partido mejor. Entonces recurrimos a radios para comunicarme con (José Francisco) Porras y con Mauricio (Wright). Había que tratar que el mensaje fuera claro y no saturar a Mauricio de información, porque eso no era bueno, no lo quería volver loco.

“Son momentos de alta tensión y no hay tiempo para nada, me la jugué con una botella de agua durante los 90 y pico de minutos que duró el partido”, aseguró.

Al medio tiempo dio algunos consejos por radio ya que no podía ir al camerino. La segunda parte fue más tensa para él y los morados, por el gol de Daniel Arreola al 52′ (el 1-1) y las cosas se pusieron color de hormiga al minuto 68, cuando Martínez puso el segundo gol para los rojinegros.

La serie iba 5-5, pero gracias al gol de visita (en la Cueva la S ganó 4-3) los rojinegros estaban en la final.

“Al minuto 64 entró David e hizo el segundo gol al 79′. Pegué brincos, lo disfruté mucho, yo corrí como loco. Estaba muy orgulloso de lo que hicieron los muchachos. Cuando terminó el partido esperé unos minutos para bajar y fuimos cautos para celebrar, porque se viene la gran final. Hicimos una oración, dando gracias por lo que logramos y luego nos alistamos para el regreso”, dijo.

Cierre de lujo

El camino a la Cueva fue muy tranquilo. Todos iban contentos, sin hacer mucho loco, satisfechos con la faena y esperando al rival de la final, que el jueves se supo será Herediano.

“Hay mucha adrenalina después del partido y en mi caso me cuesta dormirme, ese día me dormí a las 2 de la mañana. Y no había mucho tiempo para descansar porque hay que pensar en los juegos contra Heredia”, destacó.

Herrera, finalmente, le envió un mensaje a los aficionados.

“Que tengan la ilusión, la convicción de que vamos a luchar, nunca se puede prometer un título porque se irrespeta al rival y al deporte. Pero pueden esperar a un Saprissa que luchará, correrá y no dará un balón por perdido, no nos vamos a guardar nada”, prometió.