Atleta Sherman Guity: “Mi vida es hoy mucho mejor que antes del accidente”

Este viernes 24 se cumple un año desde que el atleta perdió la pierna izquierda por un accidente de tránsito

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Desde el 25 de agosto del 2017, cada vez que el atleta Sherman Güity está por pasar por el puente Alfredo González Flores, más conocido como el de la platina, siempre hace el mismo comentario a quien sea que lo acompaña: “ahh mirá, acá fue donde tuve el accidente”.

Habla de un viernes en el que su vida tuvo un cambio inesperado. Sherman iba aquel día iba en moto por la pista General Cañas cuando fue golpeado por un bus y un carro y fue a dar a un lado de la carretera. Como consecuencia del accidente perdió parte de la pierna izquierda y parecía que así terminaba la carrera de uno de los jóvenes más prometedores del atletismo tico.

Sherman cuenta que volver a pasar por el sitio del accidente no le genera ninguna sensación especial, pero siempre hace el mismo comentario.

“Lo cuento y les explico cómo fue todo, acá estaba el bus, acá choqué, ahí fui a dar. Es algo que he repasado muchas veces”, comenta.

A las motos les hace ahora la cruz y no necesariamente porque les tema, sino porque les agarró respeto y tiene claro que no se subiría a una en el futuro. Al menos aún no se siente preparado para hacerlo.

“Hace unos meses, un tío en Limón me dijo que lo acompañara a un supermercado en la moto. Me dijo ‘vámonos’ y yo le respondí ‘vámonos suena a manada'. Y no fui".

La moto en la que se accidentó se perdió en el mismo hecho de hace un año.

Va volado

Por más rápido que pase el tiempo, las personas alrededor de Sherman coinciden en que su recuperación no fue “normal”. Los procesos que a algunos les toman meses, fueron para él cosas de días y lo que se suponía que le llevaría años lo hizo en meses.

Eso queda reflejado en los resultados que consiguió en su primera carrera como atleta paralímpico.

A mediados de junio de este año compitió en el Grand Prix de Arizona (Estados Unidos), donde ganó una medalla de bronce en los cien metros lisos y con el registro de 11 segundos y 54 décimas (11:54) se posicionó quinto en el mundo en esta categoría que apenas conoce porque antes del accidente corría los 400 metros.

“Mi vida es mejor que antes, ahora estoy de quinto en el mundo, algo que con las dos piernas tal vez hubiera costado mucho. Con la prótesis todo ha sido más fácil y posiblemente pueda llegar a ser campeón del mundo. Cuando sufrí el accidente dije que me levantaría para ser el mejor atleta paralímpico del país, pero ahora apunto más alto porque sé que puedo hacerlo”, dice.

Sherman parece ser un muchacho tímido. Responde a veces con frases cortas entre titubeos y risillas nerviosas; pero cuando habla de sus deseos lo hace con decisión.

La adaptación a las prótesis que le dio la Ortopédica Cartaginesa ha sido exitosa. Tanto a la de caminar como a la de entrenarse se acomodó muy rápido. La de competir se la donó el Instituto Costarricense del Deporte y el proceso ha sido el mismo.

“Al principio tenía dudas de cómo iba a poder correr, no entendía bien; la (prótesis) de competir me la dieron como seis meses después del accidente, pero la verdad todo ha sido muy bien. Nery Brenes, que es como hermano mío, hasta bromea con que ahora corro más rápido", explica.

La primera vez que iba a correr con prótesis fue, naturalmente, un momento de dudas.

“Tenía miedo de que se me soltara, ya cuando estaba en posición de salida me temblaba un poco la mano derecha, cuando salí di diez pasos y vi que estaba segura, entonces le di con todo”.

Guity competirá en octubre en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, sale el 16 de ese mes y estará en los Parapanamericanos del año entrante en Lima, pero su meta principal es el Mundial de Atletismo Paralímpico, en noviembre del 2019 en Doha (Catar), de nuevo en los 400 metros.

Cambios de peso

Sherman es optimisma, algo que sin duda tiene que haber influido en que su recuperación fuera tan veloz.

Ahora considera que el accidente le ha permitido entender algunos errores que estaba cometiendo. Con el paso del tiempo su mentalidad ha ido variando.

“He tenido muchos cambios para bien y se han notado en los entrenamientos, doy más rendimiento, me siento con fuerza, antes no me sentía así. Mi objetivo es llegar a hacer los tiempos que tenía cuando corría con las dos piernas”, detalló.

Por extraño que parezca dice que el accidente le ordenó la vida. Ahora no se pierde entrenamientos, no trasnocha y se ha hecho más ordenado con la alimentación. Entiende que recibió una segunda oportunidad y que tal vez no aprovechaba su potencial.

“Si tenía que hacer doble sesión no la hacía, me iba y me pegaba la fiesta. Comía lo que quería y ahora siento que estoy haciendo las cosas como se debe, vivo uno de mis mejores momentos”.

Ahora incluso está sacando el bachillerato con la ayuda del Comité Olímpico Nacional (CON) y está aprendiendo a cocinar.

Uno de los principales cambios que hizo para entrenarse con más facilidad, y no estar viajando desde Limón, es que salió de su provincia natal. El CON y la Federación Paralímpica de Costa Rica le ayudaron para que viva en una de las cabañas en la sede del CON, en Coronado. Allí un equipo multidisciplinario puede atenderlo para que su preparación sea más completa.

“En el Comité estoy más tranquilo, me duermo temprano, no hay bulla ni nada. No quiero decirlo, pero es que mis primos son bien necios (vivía donde una tía en Curridabat) y muchas veces no dormía bien, yo no cocinaba, siempre comía tarde, no me alimentaba bien, ahora es diferente”, explicó.

Sherman se entrena de lunes a sábado, en la mañana hace pista y por la tarde ejercicios adaptados a su condición. Que la gente lo detenga para saludarlo, pedirle fotos o felicitarlo es algo a lo que ha tenido que ir acostumbrándose con el tiempo.

“Me gusta ser inspiración para las personas, les agradezco las palabras y el apoyo que me dan siempre, quedarme en la cama (después del accidente) no fue opción para mí”.

Eso precisamente es lo que inspira, que haya demostrado ser más fuerte que la adversidad.