Aunque Fernando Ocampo niega que Alajuelense está presionado por ser campeón en la celebración del centenario, la realidad es que al jerarca esta fecha le trae recuerdos muy especiales y no solo por su amor al León.

El abogado, de 48 años, es bisnieto del primer presidente que tuvieron los manudos, precisamente en 1919, cuando el equipo se fundó.

“Entiendo que su bisabuelo fue el primer presidente de Alajuelense", le consultó La Teja a Ocampo el 24 de octubre del 2016, en la primera entrevista que nos dio, cuando andaba pulseando llegar a la directiva.

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“Sí, Ramón Aguilar Soto, en 1919, era el abuelo de mi papá. Tengo un tío (Francisco Rodríguez) que fue directivo en los años 80 y 90”, contestó Ocampo en esa ocasión.

Don Ramón era el abuelo materno de Fernando Ocampo Aguilar, padre del rojinegro.

Según el historiador José Antonio Pastor, don Ramón presidió a la Liga hasta 1922, cuando le dejó el cargo a Alberto Sánchez Mondragón.

Al bisabuelo, tal y como le está pasando al bisnieto hasta la fecha, no se le dio el chance de celebrar un campeonato como presi porque tuvieron que pasar nueve años desde la fundación de Alajuelense para que alzaran su primer título nacional.

Alajuelense se fundó el 18 de junio de 1919 y celebró su primera corona en 1928 y después de ahí ganó su segundo campeonato nacional en 1939.

Cualquier parecido con la realidad del equipo, estancado en 29 títulos desde hace cinco años y un mes es pura coincidencia y capricho de la historia.

Luis Quirós, estadígrafo de La Teja, describió cómo lograron los manudos su primer campeonato.

“Lo ganó en 1928 jugando seis partidos, se jugaba todos contra todos, Alajuelense ganó cinco partidos y perdió uno. Anotó 17 goles y permitió diez. El capitán general, llamado así en vez de decirle técnico, era Jorge Luis Solera”, indicó Quirós.

El experto en números añadió que ese torneo lo jugaron Herediano, Gimnástica Española, Juventud de Mata Redonda y La Libertad. Además, Alejandro Morera Soto era figura de los rojinegros.

Para ese campeonato, el bisabuelo de Ocampo ya no era el presidente rojinegro.

Si comparamos esa historia con la realidad que ha enfrentado Ocampo desde finales de noviembre del 2016, cuando fue juramentado jerarca manudo, se podría decir que el sufrir por el equipo de sus amores está en los genes, puesto que en más de cuatro torneos al frente de Alajuelense no ha podido celebrar un campeonato y la estrella treinta se ve cada vez más lejana para este Clausura 2019.

Ocampo con el centenario en la cabeza

Fernando dijo este jueves, en el programa 120 Minutos de radio Monumental, que si alguien usa el argumento del centenario para decir que por eso los jugadores están presionados y solo han ganado cinco puntos de dieciocho y son últimos de la tabla , él no compra ese argumento y se pregunta ¿por qué no han sido campeones estos cinco años atrás cuando no se festejaba una fecha importante?

No obstante, si algo está claro es que la celebración de los cien años de fundación está en la cabeza del abogado desde antes de llegar a la directiva.

En el 2016, el también profesor universitario pulseó la presidencia de los manudos presentando una papeleta llamada “La Liga del centenario”, la cual no encontró oposición y llegó a sustituir a Raúl Pinto.

Desde su arribo, Fernando le dio el apoyo al técnico Guillerme Farinha, pero en menos de un mes lo despidió.

Después quiso innovar nombrando al español Benito Floro como entrenador para un proceso de tres años que solo duró ocho meses.

Luego desfilaron por el banquillo Wílmer López, Rubén Israel, el cual jaló a los 15 días por un problema de salud; Nicolás dos Santos y Luis Diego Arnáez y con ninguno pudo festejar la treinta.

El torneo centenario se lo encomendó ahora al técnico Hernán Torres; sin embargo, la cosa no carbura porque de dos partidos dirigidos, cayó en ambos y este sábado deben medirse al Saprissa, algo que no pinta bien porque es en la Cueva la motivación en Tibás está al máximo por la llegada de Wálter Centeno al banquillo.

Según señaló Ocampo, antes de ser presidente de los rojinegros, su amor por el equipo lo hizo meterse en la bronca de comandar un club que andaba mal económicamente y que ha cambiado jugadores y entrenadores en los últimos años de manera constante.

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Para el centenario, don Fernando y sus compañeros de junta tiraron la casa por la ventana contratando a Esteban Alvarado y Marco Ureña, los cuales interesaban al Saprissa, con la idea de ser campeones, pero de momento no les ha funcionado.

¿Será que se irá en blanco como el bisabuelo? Solo el tiempo lo dirá, porque Ocampo está nombrado en el cargo hasta el 2020.