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Brasil le montó el juego bonito a Messi y lo deja sin Copa América

Locales quedaron sembrados en la final del próximo domingo.

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Brasil logró espantar este martes los fantasmas del Mineirao y derrotó 2-0 a Argentina en la primera semifinal de la Copa América.

Un juego entre brasileños y argentinos es un clásico, por lo que los protagonistas lo quieren ganar desde que cantan los himnos, al demostrar quiénes lo cantan a todo galillo, con más ganas.

Eso quedó claro con Lionel Messi, “el pecho frío que no canta el himno” según algunos, porque hasta se mandó unas estrofas, algo que por lo general no hace.

Bastaba con ver a Dani Alves, capitán de la Canarinha, gritar su himno junto a sus compañeros y las 62 mil personas que se hicieron presentes al estadio Mineirao en Belo Horizonte para confirmar que Brasil empezó a ganar desde ese simbólico momento.

Tanta rivalidad y tanta historia se notaron desde el primer minuto de juego, porque ninguno de los dos equipos salió a guardarse nada y jugaron con una intensidad altísima, para disfrute de los fiebres.

Un partido entre Brasil y Argentina nadie se lo quiere perder, y por dicha ambos cuadros cumplieron con las expectativas, aunque las ganas eran tantas que los errores se multiplicaron.

Los brasileños salieron decididos a liquidar, no querían dejar ningún espacio para que el fantasma del baile que le metió Alemania (7-1) en ese mismo estadio en las semifinales de Brasil 2014 creciera y se convirtiera el Mineirao en un estadio “maldito”.

Con 61% de posesión en los primeros 20 minutos la intención del local era muy clara, sin embargo la primera jugada de peligro la pusieron los albicelestes con un remate lejano de Leandro Paredes que pasó arriba, pero muy cerca del palo.

Los ches tampoco se dieron por menos, sobre todo ante Brasil, ya que sería una muestra de debilidad que no puede permitirse, así que metieron pata con la misma garra de un uruguayo, pero sin perder el talento que los caracteriza a la hora de manejar la pecosa.

Apareció el Jogo Bonito

Cuando Brasil abrió el marcador, se sacó del sombrero un jugadón espectacular, muy parecido a los que hizo el “Scrath du oro” del 70.

Dani Alves condujo la pecosa, hizo un amague, le metió un sombrerito a un defensor y le puso un pase casi sin ver a Roberto Firminho, quien con mucha rapidez la sirvió a Gabriel Jesús que cerró con un toquecito bien dirigido al minuto 20. ¡Golazo!

Esa obra maestra hizo explotar el Mineirao con una de las mejores jugadas colectivas del torneo, pero ese baile no hizo bajar la cabeza a Argentina.

Conforme pasaron los minutos, la figura de la Pulga creció en el campo, Messi comenzó a manejar los hilos de su equipo en procura de la igualada, tanto así que un centro suyo terminó en un cabezazo que Sergio “Kun” Agüero pegó en el palo al 29.

Messi se mostró muy bien, a pesar de que Casemiro lo siguió por todo el campo, como si se tratara de un Barcelona ante el Real Madrid, otro clásico en el que estas dos figuras se han visto la cara muchas veces.

El primer tiempo cerró con la impresión de que Argentina iba por el camino correcto para conseguir el empate, pero la explosiva salida de Brasil lo podía rematar en cualquier momento, como a la larga sucedió.

Brasil remató.

Al volver del descanso, el guion era el mismo, los pibes de Lionel Scaloni salieron empecinados vencer a Brasil en su casa y meterse en la final de la Copa, pero este torneo se le niega a Messi y compañía.

La Pulga trató de meterse por aquí y por allá, de asociarse con sus compas y de liderar la barca argentina, pero no pudo y su mejor intento mediante un gran cobro de tiro libre terminó en las manos del portero Alisson Becker.

Este Brasil además de saber jugar muy bien, también sabe pararse atrás y en una contra golpe acabó con su más enconado rival. Otra jugada muy rápida en la que Gabriel Jesús se llevó a pura fuerza a tres argentinos y llegó al área, donde le devolvió el favor a Firminho y se la dejó muerta para que anotar el 2-0, al 71.

Otra vez Messi bajó la cabeza, aunque él y su equipo lo siguieron intentando durante los minutos que les quedaron, pero ya la suerte estaba echada y la afición brasileña terminó coreando: “Eliminados”, para echarle más sal a la herida.

El rival
El rival de Brasil se definirá este miércoles con el duelo entre Chile y Perú a las 6:30 p. m. en una edición más de llamado Clásico del Pacífico. El perdedor de este partido jugará el sábado ante Argentina por el tercer lugar.
Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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