Con tan solo un chip prepago y 30 colones se pudo haber frenado el partido entre Saprissa y Grecia de este domingo, en el estadio Ricardo Saprissa, afirma Álvaro Ramos, experto en seguridad.
Ramos considera que este tipo de jueguitos son culpa de un sistema incapaz de castigar a estos bromistas.
"Que la llamada se haya hecho directamente al Saprissa demuestra que las personas tienen conocimiento mínimo de la organización del encuentro, porque lograron acabar el partido, imagínese se puede parar un partido de la Selección o internacional, con una simple llamada de treinta colones", comentó Ramos.
"Y es costosísimo para todos, el equipo de perros especializados en localización es carísimo y toda la culpa la tiene un sistema de impunidad, porque yo le garantizo que si los capturan al día siguiente están sueltos, porque el sistema es incapaz de castigar a estos enemigos de la sociedad. Ya es hora de que Costa Rica actúe con mano dura contra tanta impunidad que estamos viendo", agregó.
Don Álvaro considera que el accionar de la seguridad privada morada y la comisaria de la Unafut Karina Rodríguez estuvo bien.
"Lo pudo haber recibido (amenaza) 9-1-1, bomberos, Fuerza Pública local o central, la DIS, pero es más rápido que lo haya recibido la persona encargada de la organización. En primer lugar, estamos ante una situación que es un acto privado y en propiedad privada, no estamos hablando de actos en zona publica y por eso la decisión de evacuar corresponde a las autoridades deportivas y segundo a los dueños, que reciben los beneficios económicos", explicó el experto en seguridad.
Ramos lamenta que ahora se haya llegado a eventos deportivos, pues este tipo de cosas se ha acostumbrado más a los Tribunales de Justicia, cuando se está desarrollando un juicio a personas peligrosas.
"La realidad es que en todos los casos, por dicha y gracias a Dios han resultado falsas alarmas, es muy fácil usar este tipo de terreno mediático mediante una simple llamada con la compra de un prepago que no compromete al que llama, esto tiene que ver con un problema de impunidad. Nunca le ha pasado nada los autores de este tipo de bromas o amenazas", concluyó.
Ramos también insistió en que estos actos deben terminar, pues si la organización pierde el control de la evacuación, o la gente pierde la calma podría habergraves consecuencias, incluso mortales.
Algo que gracias a Dios no sucedió este domingo en el estuche en Tibás, donde se encontraban 11 mil personas reunidas.