El 9 de julio del 2018, Alajuelense le ofreció un homenaje a Bryan Ruiz previo a un amistoso ante el Palmeiras de Brasil en el Estadio Nacional, por su época como rojinegro entre el 2003 y el 2006.

Aquel día el presidente Fernando Ocampo le dio la chema rojinegra con la que el alajueliteño posó y puso a más de un manudo a soñar, ¿será posible que vuelva algún día a jugar con la Liga?

Dos años después, lo que parecía un sueño muy volado se concretó para ilusión de todos los aficionados erizos, cuando el club logró convencer a Bryan para que volviera adonde todo comenzó.

El día de su homenaje contra el Palmeiras, la 30 era otro sueño que parecía inalcanzable porque mientras el club pasaba por muchas decepciones, sus principales rivales se repartían el queque de la fiesta.

Con el regreso de Ruiz, la ilusión de reconquistar el campeonato apareció de inmediato, como si el alajueliteño fuera el mesías que traería la 30 debajo del brazo, ilusión que se concretó este domingo.

“Vuelvo donde todo comenzó, al equipo que me dio la oportunidad, que me abrió las puertas, que hizo todo lo posible para que diera mi mejor esfuerzo, sé que por diferentes circunstancias se nombraron otros (equipos) pero la Liga es donde me siento en casa”, dijo Bryan el 23 de julio cuando anunció su retorno.

Desde su primera conferencia de prensa tras regresar, Bryan habló de ser campeón, pero en ningún momento dio espacios a fantasmas o presiones que él no había vivido, un detalle que fue vital.

“En los últimos años ha sido mucha la presión por estar hablando de la 30, la 30 y la 30... la afición puede seguir hablando de eso, creo que es parte de lo que a ustedes les toca, de cierta manera.

“Nosotros internamente tenemos que meternos de lleno en ganar el campeonato. Cuando estuve en la Liga nunca se hablaba de ganar el campeonato porque venía en número, siempre se hablaba de ganar todo, eso es lo que quiero que todos entendamos dentro del equipo, jugadores e institución. Al final, si ganamos el campeonato, por ende será el número 30”, dijo en aquella ocasión.

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Ruiz también dejó claro que la decisión de volver a la Liga fue exclusivamente suya, porque es lo que quería su corazón.

“La decisión la tomé yo, que mi esposa sea manuda no inclinó la balanza, a mi abuelo lo amo con todo mi corazón, igual que a mi hermano (Yendrick) y por eso capaz que la gente puede pensar que inclinaban la balanza a otro lado (Saprissa y Herediano), pero la decisión es personal, es mía, es lo que yo quería”, sentenció.

Ídolo histórico

Wílmer López, otro ídolo manudo, cree que no es casualidad que la 30 haya llegado en el mismo torneo que la Comadreja.

“Bryan es uno de los principales protagonistas del título, el liderazgo que ejerce, no solo en la cancha, sino afuera ella se ha notado y lo han expresado el resto de los jugadores, principalmente de los jóvenes, sumado a otros líderes que llegaron.

“No me cabe duda que Bryan en la Liga tiene que estar entre las figuras más importantes en la historia de nuestra institución, desde que apareció a jugar en primera división ha marcado mucha diferencia, se volvió un baluarte del fútbol nacional, le ha dado mucho al club, pero mucho”, comentó el Pato.

Para López, a Ruiz hay que agradecerle que volviera a su casa por puro gusto, por un llamado del corazón, porque era claro que económicamente la Liga no competía con lo que le podían ofrecer otros equipos extranjeros.

“Bryan tiene los mismos méritos que otros ídolos que tiene la afición, llámese Chunche (Mauricio Montero), (Pablo) Izaguirre, (Josef) Miso, (Pablo) Gabas y otros. A él, con justa razón, tenemos que meterlo en ese grupo, jugadores a los que la afición jamás puede olvidar”.

El Pato también destacó que Ruiz no vino al país a tirársela rico ni a jugar a media máquina solo por ser quien es, sino que mediante su ejemplo demostró la garra y el ejemplo de un capitán.

“Eso es lo principal, él demostró su liderazgo con hechos, que es lo más importante, porque usted puede salir y hablar mucho bla, bla, bla, decir cosas muy bonitas, que quiere mucho al equipo y todo, pero si a la hora de ejecutarlo no da el ejemplo, entonces de nada vale eso.

“Bryan habla, motiva, da confianza, transmite credibilidad y demuestra en la cancha que lo que predica lo cumple, usted lo vio en el juego aéreo, defendiendo, se barre, marca, corre, pelea, cosas que otros, con su trayectoria, no harían, él dijo que venía a aportar y cumplió”.

En estos meses, tanto el Pato como la Comadreja hablaron en varias ocasiones, en la mente de ambos estaba el campeonato, el celebrar de nuevo, el volver a aquellos tiempos en los que juntos en la cancha repartían alegría a los aficionados y tenían a la Liga en lo más alto, como el rey del fútbol tico.