Cantón de Limón preocupado por golpe al turismo y al comercio si el equipo desciende

El cantón central de Limón está angustiado con la posibilidad de que el equipo baje a segunda división, sobre todo luego de la derrota en el Ebal Rodríguez este martes, donde fueron locales, ante el Sporting, en el primer partido de la liguilla por el no descenso.

El segundo juego se efectuará el martes 24 de mayo en el estadio Ernesto Rohrmoser, en Pavas, sede del Sporting, pero muchos en el pueblo no creen ya en el equipo.

Los limonenses han perdido sus últimos seis partidos del torneo, cinco de campeonato y el de la liguilla y están con la soga al cuello.

El comercio y el turismo son dos aliados del fútbol y para Limón, ese deporte es un respiro, pero con el equipo en segunda es otra cosa.

Emily Condega, administradora del hotel Miami en el centro de Limón, le pidió a los muchachos dejar sangre en el terreno de juego este martes para que el equipo se quede en primera.

“Recuerdo cuando subió hace unos años, todo fue una pura alegría, ahora todos andan desanimados y eso trae consecuencias porque cuando está el campeonato y vienen otros equipos sus aficionados se hospedan aquí o consumen en restaurantes y supermercados y todo eso se va a perder. Yo les digo que vamos muchachos hay que sacar el resultado para seguir en primera”, mencionó.

Rubén Acón, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Limón, expresó que existe mucha desazón porque si Limón se va a segunda hay un efecto negativo en el comercio.

“Si eso se da hay un efecto en la economía local que no deja de preocuparnos y entristecernos. En épocas normales (sin pandemia y con el Juan Gobán funcionando) cada vez que hay partidos se genera una visitación importante en sodas, restaurantes, bares, supermercados, hoteles que generan beneficios para la población y para el comercio. Si el equipo se va a segunda, sin duda, hay un impacto negativo”, explicó.

Añadió que otro atenuante es el estado de ánimo de la gente que puede tener consecuencias en los rendimientos laborales.

“Las actividades deportivas, sociales, culturales generan estados de ánimo que en algún momento provocan en el pueblo motivos de alegría. No tener esos sentimientos sin duda perjudica a la gente, a la sociedad.

“Cuando no se tiene ese espíritu de lucha, cuando no hay esperanza y se cree que todo está perdido, hay una afectación que se refleja en todas las actividades que hace la gente. Si Limón se va generará un desánimo”, añadió.

El asunto tiene más repercusiones de la cuenta por la grave crisis económica que atraviesa la provincia, que se agravó con la pandemia que ha pegado con fuerza.

“Si el equipo se va a segunda es un motivo de preocupación”, recalcó.

El extécnico de la Tromba y sicólogo, Horacio Esquivel, le añade otro punto en contra si Limón desciende.

“Ojalá que no ocurra, pero si pasa muchos niños y jóvenes que ambicionan y quieren llegar a ese equipo tendrán un punto en contra. Es una verdadera lástima que ocurra algo así”, aseguró.

Esquivel añadió que el fútbol a veces llena espacios o disimula situaciones difíciles por la alegría que puede dar un equipo y ese aspecto también se pierde.

“Hay aficionados que se entregan más que otros, unos aman y lloran por el equipo y lo sé porque soy de aquí. No pasamos momentos halagüeños, pero el fútbol a veces llena ese vacío y un triunfo del equipo ayuda a generar esa paz y tranquilidad”, dijo.

Obviamente, el sentimiento y la pasión no será la misma en la segunda división.