Carmelita terminó con la maldición de su nuevo estadio venciendo a Limón

Carmelita logró este domingo sacudirse de una maldición que arrastraba desde hace seis mejengas donde no había podido ganar un partido en su nueva casa, el estadio Rafael Bolaños, desde que este se inauguró el 21 de enero de este año contra Pérez Zeledón.

Ese primer triunfo en la máxima categoría fue contra Limón FC, con marcador de 2-1 y remontada incluida.

Antes de la mejenga contra los caribeños, los carmelos habían perdido en el Clausura 2018 frente a los Guerreros del sur, Guadalupe, Herediano y Santos en ese reducto, y en este certamen ya habían empatado con el Cartaginés en la primera fecha.

Todas esas derrotas se dieron, precisamente, por diferentes circunstancias como mala suerte, falta de costumbre, cancha pequeña, mucho viento, una cuestión mental, pero por más brete que había realizado el cuadro carmelo, la suma de tres puntos se les negaba en esa gramilla.

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Para mayor mérito, los pupilos de Mario Víquez y Luis José Herra tuvieron que luchar contra el marcador, porque serían los caribeños los que abrirían la cuenta en ese estadio.

Hay que reconocerle a los dos conjuntos que desde el pitazo inicial mostraron muchas ganas y una buena cuota de fútbol en busca del triunfo.

Sin embargo, aprovechándose de todos esos fantasmas verdolagas, Limón manejó mejor las acciones en la primera parte.

En el minuto 22 una pelota que llegó al área limonense en cobro de tiro de esquina, terminó en falta de penal de Bernald Alfaro sobre Ryan Bolaños.

Alexánder Espinoza no dejó ir la buena oportunidad para el cuadro de Horacio Esquivel. La Rata engañó al portero Bryan Rodríguez con un buen toque de pierna derecha y así logró abrir la pizarra con el 1-0.

Con el viento a favor que genera siempre la anotación, los verdiblancos se vieron mejor, sobre todo por el trabajo en la medular del mismo Espinoza, aprovechando que los carmelos no se metían de lleno en el encuentro.

Los visitantes generaron más opciones para irse al descanso con una ventaja amplia, pero no tuvieron la calma necesaria a la hora de definir y no pasaron del 1-0.

En el segundo tiempo los de la barriada llegaron con otra disposición y lograron controlar el juego de su rival y dejarse más tiempo la redonda.

Bryan Rojas recibió por la derecha y se soltó un morón con buenas piernas y cuando llegó al duelo con el portero Dexter Lewis, cruzó un derechazo para empatar 1-1 al minuto 56.

A partir de ahí Carmelita tuvo más visión para ganar el duelo, sobre todo porque con la llegada de Olman Vargas encontraron más fuerza en su trabajo ofensivo.

Finalmente, el conjunto local aprovechó un servicio a las espaldas de los defensores centrales de Limón para ganar el juego.

Golman no le perdió la pista a la pelota y cuando la tuvo en sus pies le aplicó un sombrerito a Dexter Lewis. La pecosa se estrelló en el horizontal, pero el muy vivo recogió el rebote y colocó el 2-1 con el que, por fin, espantó la maldición de su equipo.

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