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Carro presidencial quedó en manos de un desamparadeño

Dueño del chuzo tardó seis meses para ponerlo a caminar

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El Mercedes Unimog fue un vehículo que estuvo de moda en los años 60 y 70, gracias a su potente motor, tanto así que quienes más lo usaban eran personas que transportaban tucas.

Lo curioso es que Iván Zúñiga, de 45 años, siempre quiso tener una navecita de estas, pues su padre don Javier Zúñiga, de 85 años, le hablaba constantemente de sobre ese chuzo y lo convirtió en su obsesión.

Hace como ocho meses le picó el gusanito de preguntar el precio de estos carritos y en su búsqueda se topó con una familia de San Ramin que lo tenía abandonado, así que se lo compró.

El Unimog
Unimog fue el nombre que le pusieron a una variedad de camiones medianos que servían para transportar materiales. La casa matriz es Mercedes-Benz. Su nombre es un acrónimo que proviene del alemán UNIversal MOtor Gerät que en español significa: dispositivo motorizado de aplicaciones universales.

Según contó, al momento de hacer el traspaso del vehículo se enteró que el dueño registral era un expresidente de Costa Rica ya fallecido.

“El carro era de Francisco Orlich (presidente de Costa Rica entre 1962 y 1966). Tuve que buscar a los hijos y me dijeron que me iban a ayudar porque había otro montón de cosas que estaban a nombre de él y que querían quitar todo eso que estaba a su nombre”, explicó.

La nave de Iván, quien vive en San Juan de Dios de Desamparados, es modelo 1970, originalmente era para dos pasajeros, pero él la modificó para que en la parte trasera le entren cinco personas más.

“Cuando compré el carro estaba un poco abandonado, el carro arrancaba, pero tenía problemas de frenos, en de luces y de transmisiones, así que tuve que sacar tiempo para restaurarlo”, comentó.

Una de las ventajas de Iván es que él es mecánico carros y motos, pero se especializó más en los vehículos de dos ruedas.

“Toda la restauración la hice junto a mi hija Katherine Zúñiga y mi esposa, Laura Zamora, que me ha apoyado en todos mis proyectos. Yo tengo un taller aquí en mi casa, entonces me lo traje y empezamos con los trabajos para dejarlo bonito”, dijo.

“Tardamos seis meses en ponerlo a andar otra vez porque lo desarmamos todo para ver los daños reales y por dicha desde hace dos meses nos hemos dado unos cuantos viajes en el carro. Lo que más nos costó encontrar fueron los frenos porque aquí no había, me tocó preguntar en Argentina y desde allá me los enviaron”, mencionó.

El carrito, al que Iván bautizó como el Centauro, puede alcanzar una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora.

“El carro tiene un motor de 5.700 centímetros cúbicos y es diésel, la verdad es bastante económico y muy fuerte, especialmente en las subidas”, agregó.

Según Iván, el Centauro no está en venta pero si le hacen una propuesta interesante está dispuesto a escuchar.

Si usted quiere contratar a Iván como mecánico de motos o quiere hacer una propuesta para comprar el chuzo lo puede llamar al número 8394-5583.

Bryan Castillo

Periodista

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