La pequeña Luciana Pereira tiene apenas seis meses de edad, pero llegó a las afueras del estadio Fello Meza para apoyar al Cartaginés en compañía de su papá, Francisco Pereira, y su mamá, Johanna Ramírez.
Pese a que su papá es aficionado rojinegro, la chiquita llegó con una camisa del cuadro brumoso, equipo de su mamita. Esta familia vive a 100 metros del Fello y por eso se acercaron a vivir el ambiente.
“Ya me la identificaron (con la camisa de Cartago). Le compré la camisa la semana pasada, pero habrá que ver cuando crezca por cuál color se inclina, yo espero que sea de Alajuelense”, dijo el tata entre risas.
Mientras tanto, su mamá contó que verán el partido en la casa por aquello de la lluvia y por seguridad de la bebita.
Francisco confiaba en que su Liga ganara 2-0 y su esposa apostó por el mismo marcador, pero a favor de los de la Vieja Metrópoli.
“Por mis colores me gustaría que quedara campeón Alajuelense, toda la vida he sido manudo, pero si Cartago gana no me enojo”, confesó Pereira.
Palco familiar
En la casa de doña Olga se armó bonito desde las 3 de la tarde de este domingo, ya que unas 20 personas llegaron a la casa de esta señora para ver la mejenga.
Ella vive al costado este del Fello Meza y, según su hijo Eddy, desde que Cartago clasificó a las semifinales han visto juntos todos los partidos.
“Espero que gane Cartago por un golcito, es importante sacar la victoria acá”, dijo este aficionado brumoso.
Doña Olga y su esposo Néstor tienen 40 años siendo vecinos del Fello. La señora, muy emocionada, contó que su esposo tuvo que viajar a Perú por cuestiones de trabajo y estaba sufriendo porque no podía ver el juego en Tiquicia.
“Mi otro hijo, Néstor, vive en Estados Unidos y también sufre, pero por dicha puede ver el juego por Internet y nosotros le contamos.
“Lo que está pasando es precioso, me duele mucho que mi papá era un aficionado envenenado, pero murió en 1989, aunque sé que desde el cielo va a estar feliz si Cartaginés queda campeón”, dijo esta brumosa de 76 años.