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Chuzo de la semana: Conozca el carro al que paran los tráficos pero no para hacerle partes

Es un Mazda B 2000, modelo 1986

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Esteban Barboza se ha llevado la sorpresa de que va manejando y un tráfico lo detiene. Él para pensando que le van a hacer un parte o le van pedir la documentación de su chuzo.

Sin embargo, la sorpresa le llega cuando los oficiales le dicen lo bonito que está su Mazda B 2000, modelo 1986 o le preguntan si lo vende o qué modificaciones le ha hecho.

Esteban es técnico de aire acondicionado de la empresa Coolstar y nos escribió para contarnos la historia de su carro en nuestra sección “Chuzo de la semana”.

Cuéntenos la historia de su carro, moto o camión
Escriba al correo  kespinoza@lateja.cr, envíe foto de su chuzo, nombre del dueño y un número telefónico donde poder contactarlo.

–¿Hace cuánto lo compró?

–Hace trece años.

–¿Por qué lo quiso comprar?

–Por trabajo.

–¿Cómo logró conseguirlo?

–Hace trece años yo andaba buscando un carro para trabajo, pregunté por algunos, pero solo eran cabina sencilla. Un día, en Desamparados, me topé a un señor que estaba entrando a una tienda de electrodomésticos.

Crucé la calle, le toqué el vidrio de la ventana y él lo bajó, le dije que si vendía el carro y me dijo que no, pero que si le daban el ¢1.450.000 que pedía, sí.

Me dio el número de placa, lo revisé en el Registro y le contesté que tenía ¢1.400.000 y me lo dio. Me gustó porque era extracabina y en vez de dos personas, le cabían cinco.

–¿Le sorprendió que se lo vendiera?

–Sí, más que todo porque el carro no andaba rótulo de “Se vende”. Cuando lo vi me gustó, dije ¡qué bonito!; en ese tiempo era celeste.

–¿Qué le dijo del carro el señor que se lo vendió?

–Que se lo había comprado cuatro años antes a un gringo que lo trajo a Costa Rica, de hecho yo soy el segundo dueño que tiene.

El exdueño no lo usaba para trabajar, estaba muy bien cuidado y no le sonaba nada. De hecho, cuando lo fui a probar y hasta la fecha, nunca le ha sonado nada.

–¿Qué arreglos le ha hecho?

–A los ocho meses de comprado se le hizo un “overhaul”, después de eso no le hemos tocado ni el motor. Luego se le ha cambiado el “clutch” y el diferencial se ha dañado dos veces.

Se ha pintado tres veces, se le pusieron vidrios eléctricos, se le cambió el asiento de atrás por uno más amplio y tiene radio con pantallita, entre otros arreglos.

–¿Por qué le quiso cambiar el color de celeste a rojo?

–Porque veía otros pick up rojos y me parecían más bonitos. Cuando lo compré no era ni celeste ni azul, no me gustaba mucho.

Le consulté a un amigo y me dijo que lo pintara “rojo Ferrari” y le dije que qué ridículo, él insistió, empezamos a ver y supe que se le decía así al color por ser el rojo que le ponen al Ferrari y me pareció bonito.

–¿Este es su primer carro?

–El segundo, el primero fue un Toyota 1000, del año 73.

¿Cuál es la manera correcta de cambiar una llanta ponchada?
“Lo primero es parquear el carro en un lugar seguro fuera de la carretera. Si esto no es posible, entonces orillarse todo lo que pueda en un lugar visible para otros conductores, nunca  después de una curva o pendiente, sino en una recta. Después, coloque los dispositivos de seguridad como los triángulos y el chaleco reflexivo, asegure bien el carro con una calza y el freno de mano, afloje las tuercas de la llanta ponchada un poco antes de levantarla y cuando lo haga, cerciórese de que la gata esté bien estable y en los puntos diseñados para este fin (consulte el manual). Revise que la llanta de  repuesto esté en buenas condiciones, enrosque las tuercas con la manos hasta donde pueda y luego sóquelas con la llave,  baje el vehículo para terminar de socarlas bien   en forma de X”, explicó el mecánico Bryan Guido (8603-5135).

¿Deja que lo manejen otras personas?

–Sí, porque es de trabajo.

–¿A dónde ha ido con él?

–A todo lado, nunca me he quedado varado en viajes largos, solo una vez en San José porque me quedé sin “clutch”.

–¿Y ha tenido accidentes en él?

–Sí, en el 2007 me quedé dormido y choqué con otro carro.

–¿Cuánto paga de marchamo?

–Setenta mil colones.

–¿Por qué quiso mostrar el carro en La Teja?

–Ese carro, a todo lado que va, le salen novios. Me paran los tráficos y pienso que me van a pedir papeles y me dicen que qué lindo carro, que si lo vendo, que dónde le hice modificaciones.

Siempre hay alguien que se le queda viendo o se toman fotos, a la gente le gusta.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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