Chuzo de la semana: El Poty Móvil es el rey de Tibás

Toyota Tercel del año 1988 es el consentido de su dueño

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Don Rodrigo González, de 41 años, es un camionero que labora en lo propio y es dueño de un Tercel al que apoda “Poty Móvil”.

La historia de esta nave es la última de este 2018 que compartimos con nuestros lectores en la gustada sección de los domingos “Chuzo de la semana”.

El vecino de Tibás compró la nave hace un año y como pasa con los fiebres de los carros, no cree que se deshaga de él.

–¿Qué modelo es el carro?

–Es un Tercel de 1988.

–¿Hace cuánto tiempo lo compró?

–Hace un año.

–¿Cuánto le costó?

–Novecientos mil colones.

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Si usted desea que su carro, moto o camión salga en la sección Chuzo de la semana, por favor escriba al correo kespinoza@lateja.cr, envíe fotos del carro y un número telefónico para poder contactarlo.

–¿Por qué quiso comprarlo?

–Me encantan los Tercel hatchback, es el segundo así que tengo.

–¿Qué características tiene este carro?

–Es cien por ciento original. El motor es tres E original, carburado, mil quinientos centímetros cúbicos.

–¿Qué uso le da?

–Solo lo uso los fines de semana porque trabajo con un camión propio, llevo cargas a las tiendas de los centro comerciales.

Este lo saco para pasear o hacer mandados.

¿Cada cuánto tiempo debo cambiar las rótulas de dirección de mi vehículo?
“Las rótulas se deben revisar periódicamente cada seis meses aproximadamente o cuando escuche algún ruido como de golpe en una calle en mal estado o al caer en un hueco. Al revisarlas hay que asegurarse de que no estén reventadas, ni que estén flojas y si fueron reparadas, que hayan tenido una reconstrucción adecuada, de lo contrario cámbielas de inmediato, ya que si una sola de las rótulas se desmonta, todo el sistema de dirección puede colapsar y se pierde el control del vehículo, de ahí la importancia de un adecuado mantenimiento preventivo”, explicó el mecánico Bryan Guido (teléfono  8603-5135).

–¿Le tiene algún apodo?

–Poty Móvil porque ese es mi apodo. Los Poty eran unos muñecos pequeños que salieron en la Tosty, en los ochentas, me quedé así, ese apodo es como mi nombre.

Desde hace 11 años tengo la placa con el nombre “Poty Móvil”.

–¿Qué es lo que más le gusta de su carro?

–El estilo que tiene, la parte del motor y los aros.

–¿Lo vendería?

–No creo, en este año le he invertido mucho amor, le he conseguido casi todo porque cuando lo compré venía dañado internamente, le hice el piso nuevo, manijas, dash, portavasos; todo eso lo conseguí original.

El volante lo puse hace poco, la idea es mantenerlo original y la calavera en la marcha es porque soy amante de ellas y las catrinas.

–¿Qué significa el dibujo en la tapa del motor?

–El dibujo es porque pertenezco al club de Toyota Tercel, hace unos meses fue la concentración e hicimos esas lonas, es una imagen del club.

–¿Cuánto dinero le ha invertido?

–Como quinientos mil colones.

–¿A qué lugares viaja con él?

–A paseos con el Club TT Tercel y los Starlet Auto Group a lugares como Jacó, a San Rafael de Alajuela, Orosí.

–¿Cuántas personas le caben?

–Cinco personas.

–¿Qué monto debe pagar de marchamo por él?

–Setenta y siete mil colones.

–¿Con cuánta plata se llena el tanque de combustible?

–Con veinticinco mil colones.

–¿Deja que otras personas lo manejen?

–Solo a mi hermano y, la verdad, casi nunca lo dejo. Como lo cuido tanto, me da miedo que me lo choquen o golpeen.

Mi esposa llegó al punto que dijo que no quiere aprender a manejar en ese carro por miedo a golpearlo, dice que lo cuido mucho.

En un año, prácticamente lo hice nuevo.

–¿Cuál es el carro de sus sueños?

–El Pickup 1200 porque desde pequeño me ha gustado, mi tío tenía uno y ahí fue donde empecé a travesear, como a los 18 años. Es muy pequeño y no me entran los pies, es como un sueño frustrado.

–¿A qué edad aprendió a manejar?, ¿ha tenido accidentes en este carro?

–Hace quince años y no he tenido accidentes.

–¿Por qué le gustan tantos los carros a los hombres?

–Esa pasión viene en las venas.

–¿Quiénes manejan mejor, los hombres o las mujeres?

–Ambos, como todo, hay muchos y muchas que son muy imprudentes.