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Comisión de Arbitraje aclara que es imposible amonestar a jugadores que escupan la cancha

Presidente de Unafut dijo que los que lo hagan merecen una amonestación

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La prohibición a los jugadores de escupir al suelo durante los partidos como lo dicta el protocolo sanitario de la Unafut y que fue aprobado por el ministerio de Salud, es uno de los puntos que generó confusión sobre el tipo de castigo que se le debe aplicar al que escupa.

Y es que inicialmente Julián Solano, presidente de la Unafut, enfatizó este lunes cuando se anunció la reanudación del torneo, que el futbolista que escupiera sería monestado con una tarjeta amarilla porque se considera una falta grave al poner en riesgo la salud de sus compañeros.

No obstante, este martes Solano cambió la versión y dijo que solamente emitió su criterio, y que aplicaría ese castigo si fuera parte de la Comisión de Arbitraje, la cual decide sobre estos temas.

Para salir de enredos, consultamos a dicha comisión, por lo que Jeffry Solís, coordinador arbitral, descartó de forma categórica que a un futbolista se le vaya a amonestar por escupir al suelo durante un partido.

Y Solís tiene razón, ya que los reglamentos vigentes no se pueden cambiar así como así, para eso tendría que llevarse la propuesta ante FIFA y la IFAB.

"En el reglamento se señala que si un jugador escupe a un adversario debe ser expulsado, pero no amonestado por escupir al piso. Escupir a un adversario siempre ha estado como una medida disciplinaria en las reglas de juego en la página 121 del Reglamento.

“En cuanto a este tema del regreso del torneo con nuevos protocolos, se mantienen las reglas establecidas por la IFAB. Si un jugador escupe a otro jugador, el árbitro tomará la decisión de expulsarlo”, detalló Solís ante las consultas.

El coordinador explicó que ante lo que pide el protocolo sanitario, si un jugador escupe al suelo, lo más que se puede hacer es llamarle la atención y pedirle que no lo haga por un tema de consciencia.

Maña muy habitual

El escupir durante las mejengas es algo más común de lo que muchos creerían, muchos lo hacen hasta sin darse cuenta.

Para Pablo Gabas, exjugador de Alajuelense, será muy difícil mantenerlo a raya los cuechazos, pues por lo general un jugador está metido de lleno en el partido y no le presta atención a esas costumbres.

“No tenés el control sobre eso, está el partido ida y vuelta con un desgaste mental grande y por la misma costumbre lo hacés, hasta sin darte cuenta. Estás concentrado en la marca, en los movimientos o en cómo le vas a pegar a la pelota, porque en un partido estás pensando en muchas cosas.

“Al pedir que no lo hagan, puede es capaz que se den menos y se puede minimizar, pero de ahí a que va dejar de hacerse o que desaparezca no lo creo.", opinó el tico argentino.

Pablo cree que incluso hasta para el árbitro será complicado cuidar ese tipo de cosas porque no puede estar a la par de los 22 jugadores todo el partido, por lo que estará en cada futbolista respetar la recomendación.

Además, Gabas reconoció que le resultaría superinjusto que se sancionará a un jugador por eso y que agregó que la persona que pida algo así demuestra que no no tiene conocimiento sobre cómo son las cosas dentro de una cancha.

Resequedad de garganta

El otorrinolaringólogo Roy Acosta, señala que la necesidad de escupir por parte del jugador aumenta conforme se incrementa el cansancio físico, pero advirtió que se puede erradicar.

“Durante la práctica deportiva se seca mucho la mucosa, se deshidrata, por lo que entonces es más fácil escupir la saliva que está deshidrata que tragarla, es menos incómodo, pero eso es un asunto aprendido, porque perfectamente la persona podría ponerse un buche (porción de líquido) de agua, enjuagarse y tragar el agua”, destacó.

Acosta citó que hay casos especiales en los que una persona puede padecer una obstrucción nasal que lo obliga a respirar más rápidamente por la boca que por la nariz, lo cual le secará la boca más rápido.

“Puede ser que tenga un tabique desviado, algún antecedente de un golpe. Frecuente en deportistas de contacto, alguno que padezca rinitis tiende a abrir más la boca que una persona que respira normalmente, pero nada que no pueda corregirse con hidratación constante durante un partido”, citó.

El médico explicó el riesgo que supone escupir en este tipo casos.

“En un colectivo de fútbol hablamos de once jugadores por equipo y tres réferis, son 25 personas escupiendo y parte del desarrollo de un deporte como el fútbol son las caídas, que siempre están ahí.

"Entonces si una persona escupe y momentos después otra persona cae y se llena la manos o la cara de ese material, si estuviera contaminado de COVID–19 aumenta el riesgo de contagio para el segundo, porque recordémonos que hay muchas personas que son asintomáticas”, detalló.

Acosta fue más allá e indicó que una exhalación muy fuerte podría terminar de producir casi la misma cantidad de partículas de saliva que caen sobre el césped.

"Si uno se pone a hilar un poco más fino es imposible evitar que no caigan partículas de saliva en la cancha porque con el jadeo y el esfuerzo de los jugadores saldrá material de sus bocas y caerá sobre la cancha, es lógico.

“Prácticamente es lo mismo que escupir, solo que el material en una escupa es mucho mayor y más visible en el momento que se hace, pero no cuando cae al suelo”, explicó.

Sin duda, la consideración, la precaución y prestar mucha atención serán claves en este tema.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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