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¿Cómo estaban las finanzas de la Liga para salir de broncas en un año?

Alajuelense pretendía quedar libre de deudas hasta el 2030

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Fernando Ocampo, presidente de Liga Deportiva Alajuelense, anunció el pasado 2 marzo, en conferencia de prensa, que la institución está libre de deudas.

Desde entonces cientos de preguntas, cuestionamientos y teorías de conspiración se han tejido en torno a la libertad financiera del club.

Las conclusiones van desde que Joseph Joseph, vicepresidente de Alajuelense, puso dinero de Pequeño Mundo, hasta el añejo y vacío argumento que siempre aparece ante la incapacidad de ofrecer una mejor conclusión basada en datos: “de fijo es lavado”. Pero no es así.

En La Teja le traemos este trabajo en dos entregas, en esta primera explicaremos cuánto debía la Liga y en la segunda, la cual publicaremos este martes, cómo logró zafarse de semejante bronca. Es decir, cómo la institución pasó de estar pa’l tigre, a estar pa’l león.

Para elaborar este artículo entrevisté a Enrique Morúa, tesorero de la Liga, el pasado lunes 8 de marzo, también revisé los últimos estados financieros auditados disponibles del club (junio 2019-junio 2020) y el Informe de Tesorería para el mismo periodo.

Ambos documentos fueron compartidos por un socio del club. Afortunadamente la Liga es una asociación deportiva y todos sus socios reciben estos documentos de manera anual. En esto tampoco hay misterios.

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Para responder esta pregunta echaremos un vistazo a los resultados de los estados financieros auditados (junio 2019-junio 2020) y del informe de Tesorería del mismo periodo.

Cabe aclarar que estos documentos todavía no reflejan el impacto completo de la crisis del coronavirus, ni tampoco incorporan el aumento en ingresos de $750.000 (unos 450 millones de colones) por la venta y préstamo de jugadores que percibió la institución entre octubre del 2020 y febrero del 2021, como Ariel Lassiter y Jonathan Moya.

Además, no cuentan con la información de la renegociación del contrato de transmisión con Repretel (FUTV) hasta el 2030, que es 2,7 veces mayor al anterior y que vencía en el 2024.

En cuanto a ingresos, la Liga reportó un incremento del 11,6% en un año. La cifra pasó de ¢4.046 millones, en junio del 2019, a ¢4.517 millones, en junio del 2020.

Las partes que impulsaron este crecimiento fueron los patrocinios con un aumento del 16%, la venta de productos en la tienda de la Liga con un alza del 20%, y los ingresos por el uso de la marca con un aumento del 25%.

Es importante aclarar que las taquillas entre enero y junio del 2020 significaron a nivel contable un monto de ¢679 millones porque se incorporaron aquí los recursos provenientes de las semifinales, final y gran final del torneo, que concluyó en 2019.

El resto del año el ingreso por taquillas estuvo en 0. Las áreas que más se vieron castigadas son las taquillas (-10,6%), las escuelas de fútbol y franquicias (-39%), la transferencia de jugadores (-61,8%), y las cuotas de socios (-16%).

En el apartado de los gastos, la Liga se socó la faja en un 6,4%. Pasó de gastar ¢4.530 millones, en junio del 2019, a ¢4.239, en junio del 2020.

Esto significa que Alajuelense cerró, a junio del 2020 con ¢388 millones a favor, mientras que un año antes el saldo positivo alcanzó apenas los ¢21 millones, o sea, lo bajaron un bombazo.

Platal

El presidente erizo puntualizó en conferencia de prensa que pagaron, en el último año, cerca de $3,5 millones (2.156 millones de colones) en deudas.

De hecho, si nos vamos a los datos del informe de Tesorería junio 2019-junio 2020, se puede observar que la deuda total de Alajuelense era de ¢2.470 millones.

El gasto financiero de la Liga, es decir, los intereses más las deudas bancarias, representaba el 15% de los ingresos totales de la institución cada mes.

La junta directiva inició un proceso para renegociar las deudas con los bancos y aunque esperaba que se pudiera concretar entre enero y junio del 2020, por el golpe de la pandemia finalmente se lograron los acuerdos en diciembre de ese mismo año.

La Liga tenía dos préstamos con Bancrédito en un fideicomiso de garantía en el cual estaba como respaldo el Estadio Alejandro Morera Soto, los planes de pago iniciales buscaban la cancelación de las operaciones en febrero del 2024 y en febrero del 2030.

En los estados financieros se refleja, por ejemplo, que al contrato actual y vigente con Repretel le resta un saldo de desembolso de ¢1.543 millones con vencimiento al 31 de diciembre del 2024.

A esto se suman otras cuentas por cobrar con Plycem (Cementos Fortaleza) con saldos por ¢656 millones, Rahso Santa Ana S.A. (¢92,3 millones), Inversiones Cinema de Costa Rica S.A. (¢59,8 millones) y Central de Radios S.A. (¢46,4 millones).

Manuel Avendaño Arce

Manuel Avendaño Arce

Manuel Avendaño es periodista de la sección de Economía y Política de El Financiero.

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