El partido no se anuncia como uno de los duelos de la fecha, pero el Irán ante Estados Unidos será uno de los encuentros más llamativos del Mundial de Qatar, con mucho más que una clasificación a octavos de final en juego.
Hasta ese duelo, que se jugará a la 1 de la tarde (hora tica), las selecciones de ambos países, que no mantienen relación diplomática, se han enfrentado en dos ocasiones en la historia del fútbol.
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Si un empate 1-1 en un partido amistoso en el año 2000 fue rápidamente olvidado, su otro choque permanece en la memoria: el “partido de la fraternidad”, ganado por Irán (2-1) en el Mundial de 1998 en Francia, en un ambiente de efervescencia en Lyon.
Disputado en un contexto de deshielo entre Occidente y la nación de Oriente, en el juego hubo gestos de hermanamiento entre los dos equipos, que se entremezclaron para posar juntos en la foto oficial del partido, intercambiando flores y banderines.
Bajo la lupa del mundo
Los futbolistas iraníes compiten en Qatar escrutados por todo el planeta. Antes de cada uno de sus dos primeros partidos tuvieron que hacer frente a preguntas a veces muy repetitivas por los medios occidentales.
¿Se abstendrán de cantar su himno para mostrar apoyo a los manifestantes como hicieron contra Inglaterra, aunque no contra Gales? ¿Celebrarán sus goles? ¿Realizarán gestos simbólicos para denunciar la represión?
Varios jugadores, especialmente la estrella Sardar Azmoun, uno de los héroes de la victoria contra los galeses en el partido anterior (2-0), denunciaron la represión en redes sociales. Pero muchos simpatizantes de los manifestantes reprochan al equipo su actitud, como cuando fue recibido por el presidente ultraconservador Ebrahim Raissi antes de su partida hacia Doha.
Al constatar que sus jugadores se hallaban bloqueados por la presión, ya que hicieran lo que hicieran recibirían críticas, su veterano seleccionador, el portugués Carlos Queiroz, ha tratado de enfocar el partido únicamente desde su vertiente deportiva.
Y esta es considerable: un empate podría bastarle a Irán para asegurar su primera clasificación a octavos de un Mundial, en su sexta participación.
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El equipo estadounidense, que necesita imperativamente una victoria para avanzar, también está centrado en el juego pero su federación contribuyó el fin de semana a acentuar la dimensión política del duelo.
En su cuenta de Twitter, el Team USA hizo una modificación de la bandera iraní en un gesto justificado como “solidaridad con las mujeres en Irán”. La bandera oficial fue recuperada poco después.
“No es algo con lo que hayamos tenido que ver”, dijo el entrenador Gregg Berhalter al pedir disculpas en nombre del equipo.
Este martes, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, remarcó también que se trata solo de un encuentro deportivo.
“Dejemos que los atletas hagan lo que tienen que hacer. No creo que haya ningún aspecto geopolítico particular. Tiene que ser un partido competitivo, dejemos que el partido tenga su propia lógica“, dijo en una reunión de la OTAN en Bucarest.