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Conozca al entrenador que con 26 años dirige y administra al Municipal Liberia

Técnico tiene hasta la codiciada licencia UEFA PRO

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El 26 de mayo, Miguel Ulecia, técnico y director deportivo del Municipal Liberia celebró sus 26 años, una edad que suena más que inusual para un entrenador en una categoría profesional, dado que se acostumbra a ver un perfil muy diferente en esa posición.

Este español, nacido en Colombia, rompió paradigmas desde que era muy joven, pues con tan solo 18 años cortó su precoz carrera futbolística y empezó a estudiar para ser entrenador y a los 22 años ya tenía la prestigiosa licencia europea UEFA Pro.

Por una oportunidad que le presentó la vida acabó en Costa Rica y con solo sentarse en el banquillo ya hizo historia al ser el entrenador más joven en dirigir en la Liga de Ascenso, según resaltó el propio club cuando lo confirmó para el Apertura 2020, el cual aún no arranca debido a la pandemia.

En la plantilla hay nueve jugadores que tienen más edad que el técnico, inclusive, el defensor central Eduardo Matamoros le lleva ocho años a su jefe, pues tiene 34 años.

Así como muchos jugadores piden que no los juzguen por su edad, por ser un toque veteranos, Ulecia también pide que se le reconozca por sus resultados y no lo descalifiquen por su supuesta falta de experiencia, aunque su preparación como entrenador supere a la de muchos en Tiquicia.

Miguel considera que aunque la edad llama mucho la atención, no le intimida ser tan joven porque se siente bastante preparado.

“Yo he invertido muchísimo dinero y tiempo en formarme para cuando me llegara este tipo de oportunidad”.

“Cuando hay algo atípico es cuando la gente habla, lo normal es que en la carrera de entrenador muchos empiecen a los 35, 40 años, después de jugar algunos años. A la gente le asusta pensar si alguien de 26 tendrá capacidad y podrá gestionar todo lo que se pide”, dice de entrada.

La confianza que le tienen al hombre es tal que además le dieron la dirección deportiva del club, por lo que todas las decisiones deportivas del conjunto coyote pasan por él.

"Mucha gente cuestiona si no estoy preparado, si soy muy joven, cuando llegué acá ya me hicieron esa pregunta, es cierto que no podré tener la oportunidad de una persona de 40, pero para los 26 años que tengo creo que he hecho bastantes cosas", añadió.

Miguel llegó a Tiquicia a principios de año cuando el grupo 24 K, una empresa de representación de jugadores y entrenadores, lo trajo al país para trabajar en Liberia.

El técnico venía de sacar una maestría en dirección de fútbol en la escuela universitaria del Real Madrid.

Al título conseguido con los merengues se le suma otra maestría en fútbol de la Universidad Católica de Murcía, España y diversas capacitaciones en equipos holandeses como el Ajax, el AZ Alkmaar y Feyenoord.

“Jugué muy poco, con 17 años me di cuenta que esforzándome mucho quizás llegaba a una categoría semiprofesional en el fútbol, pero muy lejos de poder vivir de esto. Entonces me di cuenta que tengo especial habilidad en la selección de grupo, dirección de entrenamientos, en el diseño de una plantilla.

El técnico se considera muy creativo y con ideas muy diferentes que pueden refrescar el fútbol del país.

“En el mismo club en el que terminé de jugar me dan la oportunidad de ser asistente y de ahí paso al Granada en categorías inferiores un año después y ahí he ido subiendo escalones”, detalló.

Su estilo futbolístico es el de apostar a la posesión y manejo del balón, ya que cree que el rival no le puede hacer daño si no tiene la bola, pero tampoco se obsesiona con esa idea, porque en el fútbol de hoy en día, afirma, lo más importante es el equilibrio y la versatilidad.

“Yo dejo que el trabajo hable por mí, me han dado esa responsabilidad, no necesito decir quién soy, no es algo que me llegó al azar, yo dedico diez, doce horas en oficina en trabajar para el club, yo he sido quien ha armado y construido la plantilla, no ha sido un camino fácil”.

Un a ventaja de su juventud es que para él es fácil identificarse con la manera de pensar de los futbolistas de esta época, porque creció con las mismas distracciones y presiones que ellos y por eso cree que le es sencillo acercarse a los jugadores y hablarles de manera más personal.

“Al final ser jugador profesional no te garantiza ser un buen entrenador, la única ventaja que tiene un jugador sobre mí es que ha conocido diferentes entrenadores a lo largo de su carrera que lo pueden enriquecer en esa parte, pero en el fútbol la experiencia es una parte, no lo es todo, hay que conocer el juego y sus fundamentos”, dice el técnico.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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