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Costa Rica luchó contra todo en Estados Unidos, pero al final no se trajo nada del norte

Keylor Navas salió lesionado y no pudo jugar el segundo tiempo

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Un penal no pitado, una opción clarísima de Bryan Ruiz desaprovechada y la inesperada lesión de Keylor Navas, como complemento de un viaje sumamente desgastante, fue mucho con demasiado para doblegar, o al menos empatarle, a Estados Unidos en su patio.

La derrota 2-1 duele por todo eso, porque entre tantas dificultades se quiso competir, se buscó pelear, se mostró corazón, eso no puede reprocharse este miércoles, aunque al final de cuentas perdimos igual, lo que nos complica cada vez más el camino a Catar 2022.

Costa Rica volvió a disputar un partido importantísimo ante Estados Unidos en octubre, un día antes de aquel fatídico 14 de octubre del 2009, cuando un empate a dos ante los gringos nos sacó de zona clasificación y nos mandó al repechaje ante Uruguay rumbo a Sudáfrica 2010.

A quince años de aquel trago amarguísimo, una de las páginas más tristes en la historia de la selección nacional, la Sele jugó en Columbus, Ohio, un poco lejos del estadio RFK en Washington, en el que Jonathan Bornstein nos apagó la sonrisa al anotarle de cabeza a un joven Keylor Navas.

De aquel día tan oscuro había tres sobrevivientes en cancha este miércoles. Uno era el meta del PSG, otro Bryan Ruiz, quien también fue titular en aquella ocasión y Álvaro Saborío, pero esta vez el trámite de la mejenga tuvo algunas diferencias, lo que coincidía era el lugar y la fecha.

De Estados Unidos no queda nadie, la mayoría de los que jugaron este miércoles si acaso tenían 10 años.

Aquella vez también arrancamos ganando, como lo hizo la Sele este miércoles cuando contra todos los pronósticos abrió el marcador apenas al primer minuto con el gol de Keysher Fuller.

Jonathan Moya peleó la pecosa arriba, el meta gringo Zack Steffen salió de manera apresurada, hizo un rechazo y cuando la chocobola estaba por salir por la lateral, apareció Bryan Ruiz para salvarla de taquito, Ronald Matarrita se la llevó por la banda izquierda y tiró al centro donde apareció Fuller para mandarla al fondo.

Los gringos se fueron sobre el árbitro reclamando posición prohibida de Moya, alegando que estorbó al meta, pero no vieron que Serginho Dest se quedó metido. Nada que ver el reclamo.

Con ese tren arrancamos de manera soñada la mejenga, pero muy rápido el sueño se transformó en una sufrida porque los gringos nos metieron atrás, no nos dieron chance de saborear el gol.

Los yanquis nos salían por todo lado, por las bandas Dest y Brenden Aaronson se nos metían de lo lindo, esperando que la defensa aguantara y confiados en Keylor Navas, nuestro seguro de vida en los partidos pasados ante Honduras y El Salvador. Sin sospechar que luego lo perderíamos.

A los 13 minutos tuvimos el primer susto, cuando Weston McKennie, el volante de la Juventus de Italia, tuvo una ocasión clarísima al lado izquierdo del área tica, pero Francisco Calvo apareció de manera providencial para cortar la jugada.

La posesión era toda gringa, nos movían la redonda a su antojo, pero sin lograr hacer la última jugada, pero con la primera que lograron nos bajaron de la nube a los 24.

Yunus Musah la sirvió por la banda derecha a Dest, el lateral del Barcelona de España, se acomodó y en las afueras del área soltó un semillazo que se clavó en el ángulo derecho del marco de Keylor. Nada que hacer para el Halcón, un bombazo que no lo saca nadie.

Con el empate parecía que la Sele se desplomaba; sin embargo tuvo un par aún en el primer tiempo que daba a entender que había vida después de todo, hasta un penal nos tramó el árbitro jamaiquino Daneon Parchment, luego de que Chris Richards le metió el pie Jonathan Moya para derribarlo cuando se alistaba a rematar dentro del área.

La Sele terminó el primer tiempo compitiendo, Celso Borges mandó un bombazo al 38 que el meta estadounidense sacó, eran nuestros mejores momentos.

Perdimos al seguro de vida

El segundo tiempo arrancó con una noticia que lamentó cada aficionado de la selección nacional cuando escuchó que Keylor salió de cambió por un dolor en la cadera, su lugar lo tomó Leonel Moreira. Noticia que nos cayó pesadísima por todo lo que significa nuestro crack.

Una noticia de esas también es algo que hasta eleva el ánimo del rival, pues no es lo mismo tener otro portero enfrente, llámese como se llame, que a una superestrella mundial como lo es Navas.

Todo ese golpe emocional se lo hubiéramos bajado a los gringos de un solo bombazo a los 55, cuando Bryan Ruiz tuvo una opción en la que robó el balón en la media y se fue solo solo al marco rival, pero no le dio el gas ni las piernas y lo alcanzaron entrando al área cuando se tardó mucho pasándose la pecosa a la zurda. Una pena.

Todo se derrumbó

Las ilusiones ticas se derrumbaron al minuto 66, cuando Keysher Fuller controló mal un balón y se la dejó servida a Dest, quien se la sirvió a Tim Weah.

Tim ingresó al área por la derecha y soltó un remate que en primera impresión parecía que Leo la había logrado tapar a su izquierda, pero la bola al final le pasó por abajo y terminó metiéndose al segundo palo del marco. Hay que decirlo, se la comió.

Ahora sí, la bronca era tratar de igualar en una mejenga bravísima, con un equipo cansado y un rival más joven y en su propio patio, era todo un bejuco; sin embargo la Sele salió a pulsearla.

Suárez mandó en los últimos minutos a Christian Bolaños, Álvaro Saborío y Kendall Waston en busca del milagro, cambios que tardaron en llegar y que se atrasaron más porque la bola no salía porque los gringos la tocaban de un lado a otro.

Un tiro libre fue la única que tuvieron, en el que se metió todo mundo al área local, pero el colocho terminó en nada.

Entre un sinfín de dificultades la Sele la pulseó, mostró corazón, pero con eso no nos alcanza para llegar al mundial.

Las luces rojas siguen encendidas, Catar 2022 se sigue viendo muy lejos.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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