Daniel Casas: “¿Qué hago entre esta gente?... alguno puede ser mi nieto”

El técnico de Limón, Daniel Casas, le tiró duro a los árbitros, pues dijo que diezmaron a su equipo muy temprano y que es poco lo que se puede analizar de un partido en el que sufrieron dos expulsiones.

“Es casi imposible analizar un partido con todas las cosas que sucedieron, hay que felicitar al rival que aprovechó la oportunidad que nos dejaran con nueve tan temprano y luego no se puede hablar mucho, uno no tiene derecho, los que tienen el silbato van a decir lo que quieran.

“A los cinco minutos ya me habían amenazado de que me iban a expulsar. Matías Almeyda (técnico argentino) decía que no se dan cuenta que estos señores mandan equipos al descenso y echan técnicos, ellos van felices por el Zurquí, riéndose, sin saber el daño que han hecho. Todo lo que digan ellos les creen, son los únicos juicios en que habla uno solo y eso es muy grave.

“Desde que empezó el partido hubo cuatro faltas a Andrey Francis y ninguna la pitó, lo que hacía era reclamar”, dijo visiblemente molesto Casas.

-¿Qué le dijo usted al árbitro para que lo expulsara?

Nada, reclamo faltas, que han ocurrido y cuando me expulsan a Cunningham les dije ‘¿por qué tan rápido, por qué así?’, al jugador le hicieron falta y en vez de avisarle va roja, estamos todos locos.

En la segunda jugada (expulsión de Jemark Hernández) le pega, pero es de acción, continúa, la verdad, son esos dias que digo ‘¿qué hago con estos pibes que le dan silbato y piensan que son los dueños de la verdad y tienen tres días en el futbol?’. Lo que más dolor causa es por mis jugadores, impotencia porque viven amenazados y si hablan los echan, no puedo decir cosas porque vienen multas, ahora en el informe pone lo que se le cante, para justificar cosas.

- ¿Qué analiza del partido?

No puedo analizar partidos así. Los primeros quince minutos mi equipo jugaba un futbol maravilloso, iba a golear, entrábamos por todo lado y aparece este hombre y hace desastres. Es un incompetente y lo hace sentir a uno mal y uno dice ‘¿qué hago aquí con esta gente?’, alguno puede ser mi nieto y tengo que soportarlos porque tienen un silbato con el que imploran injusticia porque no es justicia lo que imploran, es injusticia.