Daniel Casas, entrenador de Limón, cree que su equipo respetó mucho a Saprissa en el primer tiempo y eso les costó el partido que terminaron perdiendo 4-2.
“Respetamos mucho al rival, fuimos temerosos, sin confianza con el balón.
“Uno desgastándose, pegando gritos constantemente, era algo tan extraño. Si hubiésemos metido el 3-1 (en el penal que falló Alexánder Espinoza) y ellos con 10, hubiese sido otro partido, se los aseguro”, afirmó.
El entrenador caribeño contó que les hizo una petición muy especial a los jugadores durante el descanso.
“Se les pidió limpiarse la cara y lo hicieron, independientemente de que perdimos. Hubo muchos errores de nosotros, jugadas que no podían suceder. Debíamos tener cuidado con los contragolpes y había un tema de concentración que es individual, se les pidió que cada uno luchara por su amor propio”, manifestó.
Casas aseguró que si se guía por lo que el equipo hizo en el primer tiempo, no se ve un cambio desde que llegó al banquillo (en la quinta fecha), pero si analiza lo hecho en la segunda parte, sí nota su mano.
“Me voy disgustado porque es feo pasar una vergüenza así. En el segundo tiempo jugamos más al fútbol, a encarar más al rival como se debe.
“Consideramos que el equipo está bien y el tiempo dará la oportunidad de que chicos y grandes tengan confianza”, comentó el técnico de la Tromba.