Los Dodgers de Los Ángeles dejaron al borde del barranco a los Phillies de Philadelphia este lunes en el juego dos de la serie divisional de la Liga Nacional de la MLB y quedaron a un solo golpe de llevarse la serie al mejor tres.
La novena angelina triunfó 4-3 luego de un cierre muy apretado tras recibir dos entradas en la última entrada cuando manejaba el partido 4-1 y casi dejar ir una ventaja que parecía segura.
En Citizens Bank Park en la Ciudad del Amor Fraternal, los Dodgers se llevaron un gran botín, aunque como dicen una de las máximas del béisbol, el sufrimiento viene incluido en el boleto con lo que fue el cierre del partido.
Los vigentes campeones sobrevivieron a un noveno episodio intenso en el que los locales anotaron dos veces y sin outs en la pizarra, lo que era un escenario ideal, que obligó al uso de tres relevistas, Blake Treinen, Alex Vesia y Roki Sasak a LA para conseguir los últimos tres outs.
El juego casi se les va de las manos a los Dodgers en la última bola en la que la carrera de la igualada y el triunfo estaba en circulación, con el que los hubieran dejado tendidos
Trea Turner pegó un batazo al centro, la bola picó y le llegó a Tommy Edman, pero el intermedista hizo un tiro rebotado a primera que requirió una atrapada milagrosa de Freddie Freeman para concretar el último out y el suspiro de los fans de ambos equipos.
La página de la MLB destacó una estadística que deja pocas ilusiones y posibilidades a los Phillies para una remontada épica que deberán hacer en Los Ángeles.
“En la historia de la postemporada, todos los equipos que han tomado ventaja de 2-0 en una serie al mejor de cinco han ganado 80 de 90 veces (88.9%). En las Series Divisionales con el actual formato 2-2-1, los equipos que ganan los dos primeros juegos como visitantes han avanzado en 16 de 18 ocasiones (88.9%), incluyendo 12 barridas”, destacaron.