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Dueño de un Buggy: “La gente dice que es un juguete vacilón”

Dueño de un precioso Buggy modelo 66 comentó que no vende su chuzo pese a que le han ofrecido montones de veces comprarlo

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La idea de que un buggy es como un juguete encantador, lindo y divertido con el cual pasear, son solo algunas de las sensaciones que se apoderan de Heiner Arroyo cuando se pone detrás del volante de su chuzo.

El coqueto Volkswagen, modelo 66, se suele ver mucho por Naranjo, pero no es extraño que lo pueda observar en San Ramón o Palmares.

La gente cuando lo ve le pide fotos, permiso para montarse o simplemente se quedan admirándolo.

“Es un tema muy interesante, porque todos se quieren montar. Muchas veces me dicen: ‘Es un juguete vacilón, parece real’. A la gente le llama mucho la atención porque son pocos los que hay en el país. Creo que deben ser como unos quince”, expresó Arroyo.

“Tenemos un negocio de pesca de tilapia y cuando lo dejo allí, la gente le quiere tomar fotos. Es un boom, se quedan viéndolo por un buen rato”, comentó orgulloso.

El carrito fue restaurado por Heiner.

Tengo pasión por los vochos desde hace ocho o nueve años que empecé con un modelo 73, se restauró todo y cuando pasé por ese proceso con ese modelo se me metió en la cabeza tener un combi o un buggy.

“Pregunté y pregunté por un buggy, pero son muy escasos. Conversé con un señor que tuvo una combi, le conté mi historia y me dijo que sabía donde había un buggy”.

Ese carro estaba por el lado de Santa Bárbara de Heredia.

“Un amigo mecánico me ayudó y lo puse a punto y con todos los papeles”, dijo. Pero antes de tener este buggy, Heiner tuvo la oportunidad de comprar uno en Puntarenas, pero le pareció que no estaba en buenas condiciones, duró pensándolo y cuando se decidió a comprarlo, ya le habían robado el mandado.

Buggy del año 66, Héiner Arroyo, Naranjo.

Y con este ya tiene cuatro años y lo bautizó Pitufo.

“Le he sacado el jugo porque cuando tengo chance de sacarlo lo llevo a Naranjo, a San Ramón, a Palmares sobre todo en verano. No lo he llevado al Icoder, donde trabajo, porque es complicado con tanta lluvia, pero sí a eventos como el Vochofest”, contó.

A Pitufo también lo maneja su hermano, Mauricio Arroyo; un sobrino y espera que más adelante su hija. También nos contó que a su mamá, Flor Rivera Chinchilla, le encantan los vochos.

Le han salido muchos compradores, pero cuando le preguntan cuánto vale, responde; ‘no vale’, para no verse tentado.

El buggy es un vehículo con un chasis ligero, carrocería sin techo rígido y cuatro ruedas grandes con neumáticos anchos, que se utiliza sobre todo para recorrer terrenos arenosos o montañosos

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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