Eduardo Li dice estar contento y tranquilo a pocos minutos de conocer la sentencia por el caso FIFAGate

Expresidente de la Federación habló en exclusiva con Deportivas Columbia

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Eduardo Li, expresidente de la Fedefutbol, habló por primera vez con un medio de comunicación nacional este martes, cuando ingresaba a la corte de Brooklyn, en Nueva York, donde escuchará la sentencia por el famoso caso FIFA Gate.

Li no hablaba con los medios desde mayo del 2015 cuando fue detenido en un hotel de Suiza, un día antes del Congreso de la FIFA, por aceptar sobornos por el pago de los derechos de transmisión de la Selección.

“Todo bien, gracias a Dios. Contento ya por finalizar esta etapa”, le dijo Li a Alejandro Arley, periodista de Deportivas Columbia, presente en suelo estadounidense.

El exdirigente agregó sentirse “bien y muy tranquilo”.

En la corte del distrito este de Nueva York, el Chino escuchará la sentencia por el caso por el cual estuvo en prisión hasta el 9 de marzo del 2016, fecha en el que le concedieron el beneficio de libertad condicional en Nueva York y posteriormente se trasladó a vivir a Miami junto a unos familiares, donde laboraba en una empresa familiar.

Se desconoce cuánto pidió la Fiscalía para el Chino, pero sumando los ocho meses que estuvo guardado entre Suiza y Estados Unidos y los seis que duró en prisión domiciliaria en la Gran Manzana, ya purgó un año y cuatro meses.

El expresi de la Fedefútbol se declaró culpable en octubre del 2016 de tres delitos de los 14 por lo que fue acusado en un principio. Él aceptó los cargos por asociación para delinquir, transferencias bancarias fraudulentas y conspiración para cometer un fraude bancario. La declaración de culpabilidad la hizo para pulsear una pena menor.

La Teja sabe que la estrategia de los abogados del Chino es que la pena sea menor a lo que ya ha pagado Li, tanto en su etapa en la cárcel, como en prisión domiciliaria y en libertad condicional, además de pagar una fuerte fianza.

Si se cumple ese deseo, Li ya habría purgado su condena y quedaría libre, pero no podría permanecer en Estados Unidos porque al ser condenado por delitos en ese país, automáticamente sería extraditado.

Podría ser que al Chino le den chance de ir a Miami a arreglar sus asuntos y una vez lo haya hecho lo manden para Costa Rica.