El chuzo: Una rata bien chaneada

Vecino de Alajuela chaneó su Datsun 1.500 pensando en su amigo fallecido

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Juan José Jiménez Zúñiga es mecánico de carros. De hecho, tiene el taller Automotriz JyJ en el barrio San José de Alajuela.

Como parte de sus diversiones está el mejorar carros clásicos, por eso se compró un Datsun 1.500 y lo convirtió al estilo “Rat” con ayuda de un amigo al que le decían "Pescado" y que falleció hace año y medio.

“Pescado metió mucha mano en las ideas para la transformación del carro, pero no le alcanzó la vida para verlo terminado, por eso cada vez que le meto algo al carrito me acuerdo de él. La verdad era un proyecto de los dos… siempre miro al cielo como diciéndole que logramos finalizar ese proyecto que con tanta ilusión iniciamos”, afirmó “Juancho”, como le dicen de cariño.

Este vecino de Alajuela cuenta que le compró el carrito a un cliente hacía tres años. Le costó más o menos 350 mil colones. Cuenta que venía con cajón todo metálico de fábrica, pero decidió cortarlo y dejarlo en plataforma.

Le pegó la gran cortada al cajón, totalmente inspirado en el estilo Rat; por eso, para mantenerse dentro de ese estilo le ha invertido un poco más de un millón y medio de colones. “Me gustó mucho el estilo Rat. Empecé a educarme en ese estilo y a conocer bien qué significaba para no payasearlo mucho (no excederse en las modificaciones) como dicen ya que entre lo payaso (los excesos) y el Rat hay una línea muy delgada. No se puede payasear mucho un carro porque entonces deja de ser Rat”, comentó Juancho.

El Datsun 1.500 le ha servido a Juancho para sacarse los antojos que siempre tuvo con los carros. Lo que siempre vio en otras naves por fin pudo hacérselos a un bichito propio, por eso se dio gusto haciendo y deshaciendo.

“Primero le hice un hueco en el techo, después le corté ese techo unos diez centímetros. Otro día me dio la loquera de cortar el techo un poco más porque, la verdad, siempre quise hacer eso con un carro. Ya eran muchos años que desde que veía un auto con el techo cortado deseaba tener el mio para hacérselo.

“Gracias a Dios ya lo tengo, lo corté y pagué a hacer los vidrios, el parabrisas delantero y el trasero. Todavía me falta pagar a hacer los parabrisas de los lados, pero ya es mucho menos lo que tengo que hacerle, está prácticamente listo”, explicó.

Por supuesto que anda como hormiga en popi cuando pasea con su bicho modificado estilo Rat, sobre todo porque se lo piropean casi en todas las esquinas y eso le infla el pecho del orgullo a este mecánico, que en cada piropo recuerda a su amigo que ya no está, porque también Pescado se habría sentido bien orgulloso.

“Siempre que lo ando en la calle la gente siempre dice algo, algunos que no conocen el estilo Rat lo critican, pero la gente que conoce me felicita. De hecho un día en Heredia unos muchachos en un camión en media calle me dijeron si podía tomarle fotos, yo les dije que si y pensé que era desde el mismo carro, pero pararon se bajaron y empezaron a tomarse fotos, se hizo una enorme presa. La gente pitaba y yo sudaba de la congoja, porque se tomaban selfis con el carrito”, recordó.

El carrito tiene ratas por todo lado, atrás va una rata tomando una bebida energizante, en el dash va otra. Abajo en los bumper, también van saliendo ratitas, en el parabrisas trasero va pegado un teléfono que está fijo por si alguien desea hacer una llamada, también tiene wifi gratis.

El concepto de estos carros es hacer que la gente piense que su dueño no tiene el dinero suficiente para tenerlo mejor, por eso aparece abandonado, pero llamativo a su vez.

Los halógenos, por ejemplo, debes de ser uno sólo, o dos diferentes para que no se vea que pudo conseguir los dos, y así con todo. También tiene un extintor en el vidrio trasero, siempre cuidando el detalle de lo curioso.

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