Alajuelense sigue de la mano con las famosas rotaciones de jugadores lo que lamentablemente para Andrés Carevic no se rota es la mala imagen y las dudas que deja tras otro empate, esta vez 0-0 ante Sporting.
De entrada, la alineación de Carevic sorprendió con tantas variantes y nombres pesados en la banca, apenas va la fecha tres y las famosas rotaciones ya están en boca de muchos. ¿Pensando en la Copa Centroamericana? Pues sí, pero veamos más allá.
El martes Alajuelense juega en Belice ante Verdes FC, posiblemente uno de los equipos más flojos de todo el certamen internacional, entonces ahí da para pensar muchas cosas.
Figuras como Joel Campbell, Michael Barrantes y Celso Borges no fueron de la partida mientras que otros como Joshua Navarro y Esteban Cruz fueron titulares.
¿No era mejor tirar el equipo de este sábado ante los beliceños y ante un rival accesible que los suplentes tomen confianza, tal vez hasta goleando como lo hizo 5-0 el Motagua?
Con las rotaciones sucede otra cosa, una bronca que vivía la Selección de Costa Rica con Luis Fernando Suárez, si siempre estás tocando el once, será difícil armar química con jugadores que no habían jugado juntos y armar conjuntos.
A Carevic nunca le habíamos cuestionado la idea de juego, estilo o conceptos netamente futbolísticos, sus broncas han sido otras, pero en esta ocasión a la Liga no le entendemos ni siquiera a qué juega y eso ya es decir mucho.
Ojo que con el Sporting de Francisco Palencia nos pasa parecido, el equipo trata de salir jugando y tocando la pecosa, pero tampoco es claro del todo y no es que sea una mejoría evidente a lo que hacía con José Giacone.
Del primer tiempo tampoco es que tengamos un montón para contar, por ahí una del juvenil manudo Esteban Cruz a los dos minutos frente al marco que se dejó Leonardo Quirós.
A los cuatro Jostin Tellería se pierde una solo frente a marco, un cabezazo inmejorable al que le mete mal la jupa, era un gol cantado.
Luego la de Aarón Suárez al 25, una bola que le quedó con espacio y tiempo para tirar adentro del área, tal vez solo le faltó levantar la cabeza y colocarla a una esquina, pero el tiro raso acabó en uno de los tantos rivales que tapaba el marco.
Nada de nada. En el segundo tiempo la imprecisión eriza seguía jodiéndolo, como cuando Joshua Navarro se la robó a Tellería, se fue como desde media cancha, la gente se levantó del asiento, una pinta a gol tremenda, pero al entrar al área duró media hora para decidir qué hacer y al final no hizo nada.
Cuando entró Joel Campbell, a los 67, la cosa cambió un poco, la Liga dominaba, Alex López pegó una al palo de afuera del área, otro tiro libre se va cerca, pero el asunto no pasó de las emociones y tampoco fueron tan tan que digamos.
Metieron a Celso y a Barrantes, ante un Sporting sin fuerza en ofensiva y aguantando atrás, también con las buenas intervenciones de su juvenil meta, Leonardo Quirós.
Entró Freddy Góndola por Aarón Suárez, pero esa variante más bien en lugar de sumar resta, sacar al jugador que produce más juego por uno que camina en la cancha y la afición no lo quiere ver ni en pintura por su paupérrimo rendimiento, no es lo mejor.
Algo pasa en la Liga en la generación de juego, ¿O será en la definición? ¿O tal vez en la toma de decisiones? ¿No será más bien en la confianza? Lo único que sí podemos decir con total certeza es que el arranque manudo no es lo que se espera de su planillón.