El Mercury Comet 1965 de don Esteban Cascante no es solo un carro clásico: es un sueño rescatado de entre matas y óxido, una reliquia que el pintor de autos de Aserrí devolvió a la vida con sus propias manos y que hoy rueda orgulloso por bodas, paseos familiares y carreteras hasta la frontera.
Cascante lo compró cuando estaba abandonado. Lo restauró durante tres años junto con su familia y, desde entonces, este sedán rojo se convirtió en símbolo de historias, esfuerzo y pasión por los autos antiguos. Este Mercury llegó a la vida de este mecánico y restaurador de motos y carros hace 14 años.
LEA MÁS: Joven de 21 años soñaba con tener un Toyota Tercel y no va a creer donde lo encontró
“Un señor me lo ofreció porque lo tenía debajo de unas matas, y fui a verlo. Soy un amante de carros y me enamoré. Se me presentó la oportunidad y no la desaproveché. Ahí comenzó el proceso para restaurarlo, desde el motor hasta la carrocería y pintura”, contó orgulloso.
Si quiere que su carro, al que tanto chinea y quiere, salga en La Teja, solo tiene que mandarnos un correo a redaccion@lateja.cr
Una joya perlada
Don Esteban recordó que no había tenido la oportunidad de tener un carro clásico y apenas lo restauró, le comenzó a salir trabajo al Mercury, vehículo de la familia Ford.
“El día en que lo terminé de restaurar, se casaban unos amigos y me pidieron que lo llevara para que ellos lo usaran. Ahí comenzó una nueva experiencia, porque me han contratado para ir a bodas.
LEA MÁS: Este Jeep Cherokee del 76 es una verdadera joya que rueda en Costa Rica
“Cada año, les doy el servicio a tres o cuatro parejas. Ya llevo varios matrimonios y sé que hay algunas parejas que siguen y otras ya se separaron, pero por dicha aún no me han mandado a quemar el carro”, contó entre risas.
Cascante afirmó que tuvo que meterle mucho cariño a este Comet, porque el vehículo venía oxidado, el motor estaba malo y hubo que cambiarle prácticamente todos sus elementos.
LEA MÁS: El Chuzo “Transformer” que nació de dos carros está listo para batir barro
“En el camino apareció un señor que tenía un carro similar a este y pude comprarle varios repuestos. Inicialmente, el carro era celeste, pero le quise poner este tono rojo por el efecto que tiene cuando se expone a la luz. Su motor es de seis cilindros en línea, tiene una caja de tercera manual, es de cuatro puertas y los asientos son blancos”, expresó.
Un llamado a la historia
Don Esteban usa el Mercury para sus labores diarias y le encanta ir a pasear con su esposa Natalia.
“Me encanta ir con él a todo lado, porque cuando uno anda en un carro clásico, la gente se identifica. Hay personas que me dicen que su papá o su abuelo tuvieron un carro parecido a este.
“Me gusta hablar mucho con la gente y, la verdad, no es lo mismo que andar en un carro del año. El auto del año llama la atención por nuevo, pero estos llaman a la nostalgia, por la historia. Como se mantiene tan bien, puedo trasladarme a cualquier lugar y no me falla”, destacó.
Don Esteban tiene un taller mecánico y se especializa en la restauración de carros y motos. Pueden encontrarlo en Instagram como “gaspergarage”.





