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El Muñeco contra el Mellizo, dos ídolos y líderes se enfrentan en un clásico que definirá sus vidas

Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto están a un paso de la inmortalidad

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Idolatrados cuando jugaban para River y Boca, Marcelo “el Muñeco” Gallardo y Guillermo “el Mellizo” Barros Schelotto, respectivamente, afrontan el mayor desafío de sus carreras como técnicos, ya que disputarán la inédita final de la Copa Libertadores 2018 entre los dos clubes más populares de Argentina.

Este partido los puede llenar de gloria por siempre o hundir simplemente en los infiernos.

“Vamos a dejar la vida para ganar, para dar la vuelta en la cancha de River”, lanzó con total convicción el entrenador boquense tras el 2-2 de la ida hace dos semanas en la Bombonera.

“Por esta camiseta vamos a dejar todo, que la gente se quede tranquila que vamos a ir a buscar la Copa”, agregó el Mellizo para animar a su gente

Gallardo, impedido de entrar al templo xeneize por una sanción de cuatro fechas de la Conmebol, observó el partido en el Monumental y concluida la mejenga saludó desde un balcón del estadio a una inmensa hinchada que celebraba el empate, un gesto que no fue bien visto en la otra orilla.

"No fue una expresión de felicidad, fue un desahogo", aclaró el Muñeco sobre su euforia cuando saludó a los casi 5.000 aficionados millonarios que rodearon el Monumental para un banderazo de apoyo al plantel. "Yo y los jugadores nos debemos a los hinchas".

"(...) Pensamos simplemente en tratar de que en el partido de vuelta nuestra cancha y nuestra gente pueda jugarnos a favor", remató Gallardo.

La pelota está saltando de lado a lado.

Gallardo y Barros Schelotto como futbolistas y técnicos comparten historias muy similares: conviven en el corazón de ambas hinchadas por los títulos obtenidos y esa eterna identificación con los colores que defendieron en el campo.

Gallardo, de 42 años, se formó y jugó en River durante tres etapas (1992-2000, 2003-2006 y 2009-2010). Barros Schelotto, de 45 años, se inició en Gimnasia y Esgrima La Plata en 1991, y el salto a Boca lo dio en 1997, jugando ininterrumpidamente por 10 años.

El Muñeco como jugador ganó seis campeonatos argentinos, una Copa Libertadores (1996) y una Supercopa Sudamericana (1997).

Como técnico tomó las riendas del club de sus amores en junio de 2014 tras la ida de Ramón Díaz, el técnico más ganador de la historia riverplatense, y propició una revolución futbolística que dio sus primeros frutos cuando ganó la Copa Sudamericana ese año, el primer título internacional de River tras 17 años de sequía.

Desde entonces ha sido una seguidilla de éxitos: conquistó la Recopa Sudamericana en el 2015 y el 2016, la Copa Libertadores en el 2015, la Copa Argentina en 2016 y 2017, y la Supercopa Argentina del 2017.

Guillermo, por su parte, tiene 16 copas en su currículum como jugador de Boca (seis locales y 10 internacionales). Las que más destacan son cuatro Libertadores (2000, 2001, 2003 Y 2007) y dos Intercontinentales (2000 y 2003).

Al mando de Boca como entrenador desde marzo del 2016, el Mellizo tiene como logros los últimos dos campeonatos argentinos (2016-2017 y 2017-2018), y ser semifinalista de la Libertadores en el año que asumió.

Como entrenadores llevan ocho enfrentamientos oficiales: Gallardo lleva la delantera de victorias con tres frente a dos del Mellizo, y han firmado tres empates, el último (2-2) hace dos semanas en la Bombonera.

Pero el juego que marcará sus vidas será el de este sábado en el Monumental, donde la gloria eterna se la llevará uno solo y la derrota convertirá en culpable de la humillación al otro.

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