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El nuevo Cartaguito tiene las mismas mañas de siempre

Brumosos se fueron goleados en un duelo en el que tenían todo para montarse arriba

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Sporting frenó a Cartaguito con una goleada de 4-1 y lo hizo guardar la motosierra con la que se venía volando jupas de técnicos rivales.

Tal y como le sucedió en la primera fecha del torneo, los brumosos otra vez se fueron con cuatro en el saco, ante un equipo que aprovechó las tortas del rival y hacer historia, porque es la primera vez que los josefinos hacen tantos goles en una mejenga de primera.

El cuadro de Geiner Segura se llevó elogios después de ganarle como visitante a Alajuelense (3-2) y a San Carlos (5-1), pero mostró tener las mismas malas mañas de siempre.

Sea quien sea el técnico, a los blanquiazules les cuesta en paleta ser regulares, montar una buena racha y aprovechar cuando las cosas se les ponen a favor. Una victoria los pudo poner hasta de líderes.

Todo comenzó muy bien para los de la Vieja Metrópoli, ya que fueron los que abrieron el marcador en el Ernesto Rohrmoser.

Roy Miller marcó un autogol a la media hora. El defensor desvió un remate que hizo Luis Ronaldo Araya desde fuera del área y aunque el tanto presagiaba otro campanazo papero, más bien pellizcó al rival.

Al recibir esa cachetada, Sporting tomó la obligación de ir a igualar y al fin empezó a aparecer en el marco de Darryl Parker.

El gran responsable de esa remontada fue --para variar-- Randall Azofeifa, quien en el cuadro josefino le está demostrando a mucha gente que aún tiene bastante fútbol por dar. Anda callando bocas.

Azo cobró un tiro libre y metió un centro al área brumosa el cual lo pescó el argentino Hernán Fener para empatar a los 45 minutos. Fue un gran cabezazo, pegó en el vertical derecho del marco de Parker y se fue al fondo.

El empate no parecía un mal negocio para los brumosos, sobre todo porque era de visita, pero lo que se le vendría en el segundo tiempo no lo hubiese imaginado ni el mismísimo muñeco en sus mejores momentos.

Apenas cayó el segundo, al 57′, aquello fue un desorden que nadie pudo corregir.

De nuevo apareció Azo, levantó la cabeza, se sacó un pasesote desde tres cuartos de cancha y la metió al espacio adonde picó Diego Madrigal, quien madrugó y anticipó a José Gabriel Vargas y a Parker para poner el 2-1.

Dos minutos después llegó el tiro de gracia, una falta de William Quirós en el área sobre Rigoberto Jiménez que Ricardo Montero no dudó en sancionar como penal.

¿Quién lo tiró?, obviamente Azo, este hombre tiene cuatro años sin fallar un penal, según dijeron en Tigo Sports. El volante puso el 3-1.

No hubo respuestas, ni de los jugadores ni del banquillo brumoso, al club de Geiner, el especialista en defensa, le entraban por todo lado y le anotaban de toda forma.

El 4-1 fue como el meme que dice, “ya, ya, déjenlo, ya está muerto”, fue como para echar más sal en la herida y volver a generar dudas en los blanquiazules.

El cuarto cayó en un tiro de esquina al corazón del área y, ¿adivinen quién lo hizo?, ¡diay, Azofeifa!, el dueño de la bola. Al servicio de Randall llegó Dennis Castillo solo sin marca al área pequeña para anotar al 77.

El martes Cartaginés recibirá al Saprissa y la pregunta que cabe es, ¿cuál versión nos iremos a topar?

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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