Deportes

El "pacho" de tener a Francisco Maturana en el banquillo

Colombiano jaló del país en medio de broncas

EscucharEscuchar

Hace casi 19 años, octubre de 1998, el técnico colombiano Francisco "Pacho Maturana era presentado como seleccionador de Costa Rica.

En ese momento se esperaba que Maturana llevara la Sele al Mundial de Corea y Japón 2002, pero su ciclo en Tiquicia duró tan solo once meses, ya que el 1 de setiembre de 1999, el técnico cantó viajera. 

El "pacho", y no por el apodo del entrenador, es que se armó un despelote con su salida, al punto que el presidente de la Fedefútbol en ese momento, Álvaro Pochet, renunció. El hombre lo había traído y a raíz de la bronca que se armó decidió jalar. 

Durante el anuncio de su contratación todo era una pura contentera, por fin Costa Rica tendría un seleccionador de primer nivel, como todos los fiebres lo habían soñado en algún momento.

"Recibimos una respuesta vía fax de Maturana y está de acuerdo con las condiciones. La gente quería un técnico clase A, ya lo tienen y es responsabilidad de los clubes ceder a los jugadores cuando el entrenador los requiera", así habló Pochet el día que confirmó la contratación del entrenador.

La Fede tomó una decisión drástica porque el "Pacho" no venía por amor, el salario para aquel entonces era de $30 mil, un salariazo para un medio como el nuestro en esos momentos.

Maturana llegaba con un currículo de lujo, había dirigido a la selección colombiana, al Valladolid y al Atlético de Madrid en España; ganó tres campeonatos nacionales colombianos con el Nacional de Medellín y en 1989 se dejó la Copa Libertadores dirigiendo a este club.

Además, como técnico de selección llevó a Colombia a los  Mundiales de 1990 y 1994.

Pero la miel empezó a ponerse amarga con el paso de los días, pues fue presentado oficialmente un seis de octubre y el 20 de ese mes la Caja Costarricense del Seguro Social estaba presionando a la Fede para que reportara el salario real de Maturana.

Para ponerle más tintes de novela, el 26 de octubre de 1988, la Fiscalía General de Colombia llamó al Pacho, por primera vez, para que declarara en "versión libre y espontánea" sobre los vínculos entre capos del narcotráfico y el fútbol.

El colombiano siguió breteando y en medio de todas las convocatorias iba a declarar a su país hasta que en marzo del 99 lo desvinculan del caso y aseguran que no se enriqueció con dineros del narcotráfico.

Para ese momento ya el Pacho estaba cansado y Paraguay lo empezó a tentar, el mismo Maturana reconoció los acercamientos y el asuntó con la Tricolor se descuadró. Al final Francisco jaló porque estaba harto con algunos sectores de la prensa tica que le tiraban de noche y de día.

Uno de los pachos más recordados en esa época se dio cuando el periodista  Gregory Villalobos lo persiguió a pesar que el entrenador se negaba a dar declaraciones en una forma cortante, pero respetuosa. El técnico se lo logró capear y logró entrar a un carro, pero cuando cerraba la puerta para retirarse, otro periodista, Omar Brenes, metió un micrófono dentro del carro y Maturana lo tiró al piso. Fue la gota que derramó el vaso.

"Siento que el entorno es inmanejable, algo se rompió y esto no da para manejar un sueño. Quiero mucho a los jugadores, ellos han sido mi familia aquí. Esto caminaba hacia un precipicio y no los quiero llevar a eso, por eso doy un paso al costado. Esto termina aquí para mí", fueron las palabras del colombiano cuando jaló.

"He encontrado mucho cariño de la gente de Costa Rica, extrafútbol; en el taxi, el supermercado..., pero a nivel periodístico han llegado a fastidiarme. El entorno para mí no es el adecuado", agregó.

Todo mundo terminó peleado y un pleito por plata no tardó en aparecer.  La gran duda en ese momento era quién pagaría los $500 mil por indemnización, nadie quería dar el brazo a torcer.

Incluso en el 2002 la Federación sufrió el embargo de 302 bienes para responder por un monto de $400.000. Entre ellos se incluía una cuenta bancaria con unos $180.000 y hasta se exhibió un cenicero del jerarca de la Federación, Hermes Navarro, con todo y puro, entre los artículos embargados. Otro pacho más a la cuenta.

El pleito tardó siete años, ya que en abril del 2007 la Fede logró un acuerdo con el entrenador. Se acordó pagar $150.000, más el 50 por ciento de los intereses generados por los $180.000 embargados a la federación por el Juzgado de Trabajo.


Lo de la buena relación con los jugadores no es paja, eso lo confirma Bernald Mullins quien fue uno de los jugadores que tuvo el placer de trabajar con el colombiano en la Tricolor.

"Era una persona muy trabajadora, le gustaba trabajar mucho lo que era posesión de balón", recuerda Mullins.

"En ese momento era muy reconocido, cuando llegó causó mucho impacto y a la gente le emocionó mucho. Tenía fama de buen entrenador y  es porque que había llevado a Colombia al Mundial, así que le tenían mucha confianza", agregó.

De lo que más impactó a Bernald era la cercanía que el Pacho tenía con el jugador, no era vara que ellos se convirtieron en su familia.

"Él hablaba mucho con el jugador y lo que rescato de esa época es ese contacto, de tratar de orientarlo y explicarle bien lo que quería de él en la cancha, lo bueno era que había mucho confianza entre él y los jugadores", reconoció.

Pacho regresa en paz al país para la mejenga del Once Caldas, su actual club, ante Liga Deportiva Alajuelense con motivo del aniversario 98 del cuadro erizo, mejenga que se efectuará este domingo a las 11 a. m., en el Estadio Nacional.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.