El estadio Parque de los Príncipes, sede del París Saint Germain, club de Keylor Navas, es un buen ejemplo del lujo en el que se mueven sus dueños cataríes.

Desde que el 2 de setiembre el PSG se convirtió en el nuevo hogar del portero Keylor Navas, todo en torno al equipo se ha vuelto interesante para la afición costarricense que sigue los pasos del Halcón.

Así que si de estar bien informado se trata es bueno saber que en dicho estadio hay un palco al que no va cualquiera y quien lo consigue debe tener mucha plata o ser una estrella de la música, el deporte o el cine. ¿Ejemplos? Leonardo Di Caprio, Rihana, Beyonce o la modelo Kendall Jenner.

Se trata del palco VIP (o presidencial) donde tiene su asiento propio Nicolás Sarkozy, presidente de Francia entre los años 2007 y 2012.

La zona cuenta con una alfombra roja y una sala privada en la que un pianista se encarga de la animación,

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ESPN reveló que los invitados pueden disfrutar un bufé y hasta 80 botellas de champán. Nada mal.

La demanda para estar en ese palco es tan alta que Nasser al-Khelaifi, presidente del equipo, contrató a dos empleados a tiempo completo para que revisen las solicitudes y escojan a los invitados.

“Desde la renovación del Parque de los Príncipes, en 2016, los palcos VIP, con una capacidad total para 4.800 personas, se han convertido en la gallina de los huevos de oro para el ambicioso PSG y el lugar donde, entre canapés (bocadillos) y champán, con unas vistas inigualables sobre el césped, se cierran acuerdos comerciales o se amplían las agendas de contactos”, publicó el diario peruano Trome.

El sitio no solo lee da caché a los invitados, sino también mucho dinero al actual campeón francés.

“Se suele decir que el 20% de las plazas del estadio aportan el 80% de los ingresos y en los días de partido son estas plazas las que más generan", explicó a la agencia AFP Olivier Monna, responsable de la formación “Stadium manager” en el Centro del Derecho y Economía del Deporte (CDES, por sus siglas en francés).

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Nada baratito

Sentarse en un lugar tan lujoso, como es de suponer, cuesta un ojo de la cara. Usarlo por un año puede valer entre 5.400 euros (¢3,5 millones) y 200 mil euros (¢130 millones), una cifra (por supuesto) muy lejana a la que se paga en nuestro país anualmente, por ejemplo, en el palco VIP del estadio Alejandro Morera Soto ( $1300 + IVA, unos ¢857 mil).

Según la información publicada por Trome, esos exclusivos sitios se los pelean desde las empresas extranjeras instaladas en Francia hasta los patronos de pequeñas y medianas empresas que ven en ellas la manera de ampliar sus contactos profesionales y hasta conocer famosos.

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"Todo está pensado para deslumbrar al invitado antes de hablar de negocios: alfombra roja hasta la sala de trofeos, un servicio de gastronomía digno de un tres estrellas o la visita sorpresa de los jugadores después de cada partido.

“La atmósfera ayuda a relajar un poco a la gente y los primeros contactos pueden hacerse en ese momento. Los negocios no pueden cerrarse esa noche, pero sí avanzar en parte”, añade Trome.

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Para que todo funcione los invitados deben tener ganas o gusto por ver un juego de fútbol, de lo contrario, el negocio o la intención no darán resultados.

Es decir, todo está ligado al atractivo del equipo, ya sea por los éxitos deportivos o por los fichajes de estrellas como Neymar.

Muchos, claro, van porque se trata de una visita que da cierto prestigio aunque nada sepan de fútbol.

Para los especialistas, tener este atractivo por medio de los palcos le permite al París Saint Germain cultivar su imagen de “marca de fútbol de lujo" con la posibilidad de atraer patrocinadores, como el caso de la aerolínea Fly Emirates.

De hecho, la exclusividad parece ser tal que es difícil encontrar en Internet fotos internas del lugar.

Curiosamente, el dueño del equipo, el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, no hace uso de este lugar porque cuenta con su palco personal para compartir con sus invitados, como lo hizo hace casi quince días cuando hincaron al Real Madrid.