Con Kylian Mbappé lesionado y muchas dudas sobre cuándo estará recuperado, el París Saint-Germain del costarricense Keylor Navas está ante el dilema de confiar en el regreso a tiempo de su joven estrella o diseñar posibles alternativas, de cara a la ‘Final 8’ de la Liga de Campeones en agosto.
Las alarmas se dispararon el viernes pasado, cuando Mbappé tuvo que ser sustituido por lesión a la media hora de la final de la Copa de Francia, que su equipo terminó ganando 1-0 al Saint-Etienne.
Después se supo el alcance del percance: esguince en el tobillo derecho.
Desde el minuto uno, Mbappé ha mantenido una actitud positiva, entre las sonrisas durante la entrega del trofeo de Copa e imágenes optimistas en las redes sociales, para tranquilizar a los hinchas.
El tiempo estimado de baja es de unas tres semanas y Mbappé se perderá este viernes la final de la Copa de la Liga, ante el Lyon, y el amistoso del 5 de agosto contra el Sochaux.
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Dos partidos destinados a calibrar el nivel del PSG antes del duelo ante el Atalanta, el 12 de agosto en Lisboa en los cuartos de la Champions.
Thomas Tuchel tiene alternativas, aunque no parecen muy numerosas: o bien conserva el sistema con cuatro jugadores claramente ofensivos y sustituye a Mbappé por Pablo Sarabia o Eric Maxim Choupo-Moting, o bien cambia de dibujo táctico y añade un mediocampista para un esquema 4-3-3.
"Si no está Mbappé, está Neymar. Si no está Neymar, está (Mauro) Icardi. Si no está Icardi, está (Ángel) Di María. Este París Saint-Germain tiene muchos buenos jugadores, la ausencia de un jugador no basta para debilitarlo", estimó el domingo el técnico del Lyon, Rudi Garcia, próximo rival del PSG.
No incluyó en su enumeración al español Pablo Sarabia (28 años), que sin hacer mucho ruido ha ido demostrando su talento en las oportunidades que ha tenido.