El Real Madrid ganó la Champions a lo muy ¡Pura Vida!

La Orejona número 13 en la historia del Real Madrid, conseguida tras derrotar (3-1) en Kiev al Liverpool, es la más pura vida que ha tenido el club blanco en su historia.

El sello tico ya no es simplemente tener el mejor portero en la historia de la Concacaf, Keylor Navas, con tres Ligas de Campeones de Europa consecutivas, sino que el propio técnico Zinedine Zidane se llenó de alegría costarricense.

"Esto es el Real Madrid, no tengo palabras, esto es pura vida, pura vida, como dicen los jugadores", comentó el histórico DT francés en el terreno de juego y en medio de la algarabía por el título.

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Además, este sábado en Kiev, Ucrania, el generaleño se convirtió en el primer portero merengue en alzar la orejona por tercera temporada consecutiva y como parte de la alineación titular, ya que en la campaña 2014-2015 festejó con los merengues, pero como suplente de Iker Casillas.

El Halcón ya superó al mexicano Rafael Márquez ganó dos con el Barcelona, pero no al hilo. El azteca lo hizo en el 2006 y 2009 con el cuadro catalán.

Lo único que falta es que después de la celebración durante la madrugada y mañana española (noche costarricense) en la Plaza de Cibeles, todos los reyes de Europa se vayan a comer un pinto con huevo y natilla a la casa de Navas.

Y es que los últimos tres títulos continentales del cuadro merengue tienen toque Tricolor, porque las tapadas de Keylor han sido clave. No solo este sábado en Ucrania sino en la primera que fue en la campaña 2015-2016, frente al Atlético de Madrid en el Guisepe Meazza, y en la segunda, temporada 2016-2017, cuando triunfó ante la Juventus en Cardiff, Gales.

El Madrid debería tocar el himno de la Champions en la celebración, pero con una marimba para que Cristiano Ronaldo y compañía reciban clases con el costarricense.

Keylor siempre en todas.

Contra los "The Reds" el portero nacional volvió a lucirse y aparecer poquitas veces pero benditas.

Fue un trabajo realmente serio el que hizo Navas, tan serio como cuando llegó al Estadio Nacional de Kiev, con sus audífonos blancos, en el que según él mismo ha confesado va escuchando música cristiana.

El Halcón llegó a esta final como un gigante mundial, la primera bola que le llegó la paró de pecho, jugó con los pies y la pasó como los grandes.

Después tenía que jugarse la vida e iba con todo por el balón, pero su defensa llegó antes y evitó que el tico despejara.

En los primeros minutos, le ardió el rancho al Real Madrid pero Navas con sus puños y sus rápidas salidas solucionaba.

Al minuto 18 tuvo una mala salida el costarricense pero parece que fue solo para darle emoción al asunto.

El gran tapadón fue al minuto 22 cuando Trent Alexander-Arnold le tiró de un derechazo envenenado con derecha y Navas se lanzó felinamente y atrapó el balón. Si esa bola entra otro gallo le hubiera cantado a los blancos.

Para colmo de males, y como si no bastara con tener a Keylor de rival, el Liverpool perdió al minuto 29 a su gran estrella, Mohamed Salah, que en una jugada con Sergio Ramos cayó mal y el egipcio se lesionó el hombro izquierdo.

Salah abandonó el terreno de juego llorando, porque era el partido de su vida y no pudo aguantar nada.

Cinco minutos más tarde hubo otra llorada, esta vez Dani Carvajal también se lesionó y abandonó el terreno de juego entre lágrimas.

El Madrid terminó la primera parte sin goles pero asustando al que terminaría siendo el villano, el portero alemán, Loris Karius.

Graves errores.

En el segundo tiempo el portero Karius hizo de las suyas para bien de los blancos y mal de los ingleses.

Karim Benzema abrió el marcador a los 51 al interceptar un imprudente intento de Loris de pasarle el balón por abajo a un compañero.

Sadio Mané logró la igualdad transitoria a los 55, disparando desde corta distancia tras un tiro de esquina. Nada podía hacer el tico.

Luego fue el turno de Gareth Bale que entró de cambio a darle el título a su equipo.

El galés hizo una chilena monumental a pase de Marcelo y a los 83, cuando Karius la pifió al tratar de rechazar un remate del extremo pero que terminó con el balón anidándose en las redes.