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El Saprissa rugió en Guadalupe y conquistó la cima del torneo

A Wálter Centeno le tomó un mes y cuatro días volver a estar en el primer lugar

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Ni tigres sueltos, leones maltrechos o panteras hambrientas, el que manda en el Clausura 2019 es el Monstruo, quien derrotó este domingo 2-0 a Guadalupe en el estadio Colleya Fonseca para treparse al primer puesto del campeonato.

Un equipo efectivo, que supo pegar los zarpazos en el momento correcto cuando el rival apretaba por cazarlo, fue la receta para que siete partidos después de que Wálter Centeno llegó al banquillo morado, su equipo sea líder con 26 puntos y un partido menos que Grecia, que tiene 25 unidades.

Así, de esta manera, mientras un puma se paseó este domingo por la mañana en Tibás, el Monstruo llegó a Guadalupe, pero a él no lo pudieron amarrar como sucedió con el felino, el Monstruo se escapó con los tres puntos del Colleya Fonseca.

El cuadro guadalupano no pudo igualar la efectiva labor que hicieron los bomberos para que el puma no hiciera loco. El equipo de Geiner Segura tuvo dos descuidos importantes que se le clavaron en el pecho y del que no pudo reponerse a pesar del buen esfuerzo que mostró.

Primero fue Johan Venegas, quien se aprovechó de que el portero Luis Torres estaba más concentrando en decirle cosas, molestarlo e insultarlo antes de un tiro de esquina que estar concentrado en la mejenga.

Al minuto 16 Marvin Angulo cobró la cona, la bola se fue al centro del área, le pegó en un muslo al cachetón y dando tumbos se metió la pecosa para poner el 1-0 para el nuevo líder del torneo.

Por una buena parte del partido, Guada se la jugó con saco, cuerdas, dardos y demás cosas para adormecer al Monstruo, lo que logró en algunos tramos en los que domó a la media cancha morada para que no manejara la pecosa.

Los locales pisaban el área con mucha más frecuencia que el rival, creaban opciones, abrían la cancha y con rapidez buscaban como tranquilizar al Monstruo, pero se topaban o con la buena actuación de Aarón Cruz, o con la mala definición de sus jugadores.

Por el bando morado, cuando Johan Venegas se encendía por la banda izquierda, se aliaba con Mariano Torres, o le caía la chocobola a Marvin Angulo, Saprissa demostraba que es un equipo que se despierta en cualquier momento y te mata, como le pasó a Guada.

Para la segunda parte, los cambios en el cuadro morado avivaron a la fiera y cada vez le costaba más a los locales tener quedito, sin embargo seguía teniendo opciones que podían cambiar el destino del juego.

La más clara fue una muy buena opción de Arturo Campos que llegó por la banda izquierda, se la puso a Bryan Rodríguez, pero el famoso Yiyan estaba ruleado y mientras intentó parar la bola ya la jugada había terminado y la presa se le había ido.

Después de varios intentos, el Monstruo le cobró sus fallos al rival, cuando Jairo Arrieta, quien había ingresado por Rubilio Castillo se aprovechó de un tortón del zaguero Kevin Espinoza para sentenciar el encuentro.

El pamperito presionó al defensor a quien se lo terminó comiendo, se llevó la pecosa y definió de buena manera al 81 para liquidar el encuentro, en un duelo en el que la bestia sí se impuso sobre sus domadores.

Con las jornadas, más que el estilo de Paté Centeno se imponen resultados en el Saprissa, quien dejó a Grecia en lo más alto del torneo para llegar a Tibás y en solo un mes y cuatro días volvió al puesto al que siempre ha estado acostumbrado, el de líder.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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