Elías Aguilar, el Profeta, el diez, el capitán florense, la figura, el abanderado, el del ADN rojiamarillo, llámele como usted quiera, fue la figura, quien con una jugada apareció para que el estreno del Herediano en el estadio Carlos Alvarado, en Santa Bárbara, no fuera una amargura.
Aguilar se unió con otra bandera florense, como lo es Yendrick Ruiz, quien luego de una larguísima lesión que lo tuvo muchos meses fuera, volvió y armó una pared para que Elías marcara a los 78 minutos, en uno de los pocos destellos de claridad que tuvieron para derrotar 1-0 Pérez Zeledón
Si por la víspera se saca el día, el camino del Team en el Clausura 2024 no será sencillo, tiene casa nueva, pero arrastra todavía algunos problemas del año pasado y de feria, sin un nueve estelar, le va a costar el doble.
Es absolutamente necesario que, tal como lo dijo Robert Garbanzo este domingo, al equipo lleguen uno o dos delanteros, sin Jesús Godínez, quien es casi un hecho que se marchará al fútbol de China y con el broncón por dopaje de Erick” Cubo” Torres, esta es una prioridad sin discusión.
A pesar de contar con figuras como Elías Aguilar, los florenses quedaron debiendo mucho en armado y manejo de juego, en crear jugadas que generen esa sensación de peligro, cosa que no se percibió por casi 70 minutos ante un muy ordenado cuadro generaleño.
La misma sensación se sintió hasta en el banquillo, donde estuvo Jafet Soto dirigiendo, dado que el mexicano Héctor “Pity” Altamirano aún no está habilitado para hacerlo. Ojalá haya visto bien para que le quede claro todo lo que tiene por trabajar.
Si el Saprissa arrancó como superfavorito al ganar 3-0, la Liga de la manera que fuera triunfó 1-0 ante Sporting, y Cartaginés lo hizo 2-0 ante Santos, los florenses también debían ganar a como diera lugar para no quedarse atrás.
En lo colectivo el local quedó debiendo mucho, dependía más de los chispazos y de alguna individualidad como la de Elías, algo de Ronaldo Araya, John Jairo Ruiz o hasta del joven Andy Rojas, a quien tiraron la guerra.
Es cierto, Heredia siempre tuvo la bola, manejó y dominó el partido, pero eso no necesariamente es algo que te genere ganar, pues cuando pegaban con la zaga sureña solían quedarse ahí, no era que el portero Juseff Delgado pasara volando de palo a palo. No fue el caso.
La gran ventaja obviamente es que estamos de la primera jornada, hay un margen de mejora gigante conforme pasen las fechas, por lo que no debería alertarse nadie, pero si ponerse a bretear porque se algo que hará muchísima falta.
De Pérez hay que decir que llegó a aguantar, a poner un bloque atrás y evitar el peligro, plan que hasta los 78 minutos le estaba saliendo a pedir de boca, pues haberse llevado un punto de Santa Bárbara, a donde ahora sí los florenses se sienten como en casa, era un buen resultado.
Con el descenso aún cerca de los sureños y una planilla muy renovada, los Guerreros no pueden apostar siempre a aguantar, ante equipos grandes es lógico, pero en adelante ante rivales en condiciones similares, no debe ser el único plan con el que salgan siempre en la cabeza.