En esta vida nada es gratis y aunque Joseph Joseph, vicepresidente de Alajuelense, donó unos terrenos familiares en Turrúcares para que los manudos tuvieran canchas de entrenamientos y construir ahí una residencia para ligas menores, lo cierto es que ahora hasta la parte administrativa del equipo dejará el Morera Soto para irse ahí porque hay que sacarles el jugo.
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Como quien dice, el Morera Soto quedará solo para los partidos porque hasta el departamento de prensa rojinegro dejará las oficinas del estadio para pasarse en los próximos días al calorcito del Centro de Alto Rendimiento manudo, localizado a un costado de la ruta a Caldera.
Y ni hablar del nuevo técnico, quien deberá seguir la orden de que todos los entrenamientos serán ahí.