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Erick Lonis: "El triatlón me dio una gran lección"

Exportero va por una meta este domingo en Guanascate

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Erick Lonis se retiró del fútbol  profesionalmente hace 14 años, pero nunca dejó atrás el espíritu de competencia que lo caracterizó y  desde hace varios años  lo saca a relucir cuando participa en un triatlón.

Lonis, quien es oriundo de Turrialba, será uno de los  2.000 atletas que este domingo participarán en el primer Ironman 70.3  o Medio Ironman que se realiza en Tiquicia, específicamente en Playas del Coco, Guanacaste.

Esta competencia incluye 1.9 kilómetros de natación, 90 km de ciclismo y 21.1 km de atletismo.

El exportero morado y de la Tricolor nos contó cómo se ha preparado, qué le gusta de esta disciplina y cuáles son sus próximas metas, entre otros aspectos.

– El reto que tendrá al correr el Medio  Ironman, ¿es el más duro en toda su vida deportiva?

–Depende, son exigencias diferentes. En la parte física es muy duro,  pero no creo que sea mas exigente que hacer la Ruta de los Conquistadores.

En el fútbol estaba exigido a rendir al 100% todos los partidos, pero son cosas diferentes,  ya que en la parte física si hay humedad y uno no es capaz de mantener un paso cómodo,  se puede sufrir demasiado.

–¿Desde hace cuánto se prepara para esta competencia?

–Desde hace 4 meses, entrenando entre 10 y 16 horas a la semana.

–¿Qué lo motiva a enfrentar un reto como éste?

–Soy deportista, me gusta competir, esa es mi motivación. Es difícil de explicar, solo me gusta competir y es parte de mi vida.

–¿Qué es lo más complicado cuando se está a pocos días de una competencia como esta?

–En realidad la logística, son muchas cosas que debes tener listas: la bici, el hospedaje, la alimentación, la nutrición, el entrenamiento en el sitio,  pero todo eso hace que este deporte sea tan apasionante.

–¿Qué tiempo le gustaría hacer en este Ironman?

–Me gustaría entre cuatro horas y 55 minutos  y 5 horas,  pero creo que estaré entre 5 horas y 5 minutos  y 5 horas y 10 minutos.  No logré llegar a los 78 kilos de peso que quería y eso repercute en mi tiempo.

–¿Qué le ha dado el triatlón después de su retiro del fútbol?

–Competencia y buen estado físico. Esas cosas me dan satisfacción y felicidad. Es como una droga, necesito competir y entrenar, no imagino mi vida sin eso. Es parte de la persona que soy.

–¿Por qué escogió el triatlón?

–Por casualidad. Nielsen Buján (actual director de Noticias Columbia)  me invitó a hacer un triatlón de beneficencia, en Tambor. Llegué sin entrenar porque después de que uno juega tanto tiempo en Primera División se cree Supermán,  pero eso es un terrible error y lo terminé pagando caro.

Ese triatlón era un Sprint, es decir la distancia más corta.  Llegué a nadar sin anteojos porque creía que nadar 750 metros era superfácil, pero el mar estaba picado y casi me salgo a los 250 metros en medio de olas bastante grandes,  pero en la playa había mucho público y abandonar no era una opción. Salí  agitadísimo, me monté en la bici y todos me pasaban, como si fueran Andrey Amador, luego me bajé a correr y apenas podía dar pasos.

Recuerdo que me acompañó una joven, como de 16 años, que venía a mi ritmo porque estaba lesionada; detrás de mi venía otra muchacha que caminaba porque se lesionó. Si no hubiera sido por ella, llego de último. Llegué,  ni recogí medalla  ni nada, seguí directo a la habitación y dormí 10 horas seguidas.

Estaba destrozado, pero el triatlón me dio una gran lección, por eso me enamoré de este deporte.

Mejor que un muchacho
51 años tiene Lonis, aunque no lo parezca.

–¿Cuál de los tres deportes que combina el triatlón considera que es su fuerte y cuál su debilidad?

–El mejor es  la bici, y el peor la carrera. Para mejorar la carrera debo bajar de peso y espero lograrlo en un par de meses.

–¿Existe alguna comparación entre el triatlón y el fútbol? 

–Pues ambos son deportes, pero son muy diferentes. En el tri,  si algo va muy mal,  uno se puede retirar, aunque nunca lo he hecho.

En el fútbol no, si me hacían un gol malo o  estaba jugando mal tenía que aguantarme, no podía salir de la cancha.

En el  triatlón  si a uno le va mal  solo lo vacilan los compas cercanos, pero si en el fútbol le va mal al día siguiente lo sacan en primera plana. Le pongo un ejemplo, en el Tri de Quepos, hace un año, casi me muero y terminé de milagro, porque estaba muy mal. No calculé la cantidad de alimentos y me quedé sin combustible cuando faltaban 20 kilómetros de bici y 10 de carrera; fue terrible, pero casi nadie sabe eso.

En cambio, en  la despedida de (Joseph)  Miso (a inicios de este año),  luego de  más de 12 años de retirado,  me hacen tres goles y al día siguiente sale en primera plana que Miso le hizo dos goles a Lonis.

En la parte física es mucho más exigente el tri por las madrugadas,  donde entreno tres horas duro, se desayuna y luego a trabajar. En fútbol uno llega al estadio y tiene todo el personal a su servicio, se entrenan dos horas y luego se va al masaje, al sauna, se almuerza y se descansa toda la tarde.

–¿Cómo es un día de entrenamiento normal para usted?

–En el pico de entrenamiento arranco a las 5 a. m., luego trabajo y tres veces a la semana entreno nuevamente 1 hora y 30 minutos por la tarde. Sábados son entre 3 y 5 horas.

–¿Cómo han sido los días de entrenamiento para el Ironman?

–Mucha dedicación, cuidado en la alimentación y preparación de todo lo que se necesita.

–¿Lonis es más competitivo ahora que cuando jugaba fútbol?

–Desde niño he sido competitivo, picado o mordido, me da igual como lo llamen. Soy así y creo que la mayoría somos así, solo que algunas personas no lo quieren aceptar. La mayoría de gente, aunque esté entrenando y alguien le pasa, casi siempre acelera el paso porque el ser humano es competitivo por naturaleza. Yo soy así, me acepto así y me gusta ser así.

–¿Se exigen más los rivales al reconocer que compiten contra Erick Lonnis?

–Me he enterado que en algunos casos es así. He escuchado comentarios y eso me gusta. Algunos rivales de mi categoría me saludan cuando me ganan después de la competencia, pero cuando soy yo el que gano se me pierden.

–¿Cuál es la siguiente meta después del Ironman?

–Quiero competir más veces al año. Voy a hacer más competencias afuera,  pero debo correr mejor, definitivamente.

Hay programado un Ironman completo para noviembre,  pero veremos cómo vamos avanzando.

–Usted se conserva muy bien, ¿cuál es el secreto para lograrlo?

Bueno,  soy deportista, no fumo, no uso sustancias raras; como regularmente bien y hago lo que me apasiona y me hace feliz. La vida me ha bendecido con una vida saludable y llena de retos.

Si pudiera competir todos los fines de semana lo haría, porque tengo la salud y eso es un enorme privilegio. 

–¿Qué le gustaría comer cuando termine el Ironman?

–Mucha carne, chorizo con tortilla y de postre cheesecake y tomar vino con Ginger Ale muy frío.

–¿Qué le dicen sus excompañeros futbolistas al verlo metido haciendo triatlón?

–Que estoy loco, que soy muy malo,  pero no solo yo ando en esta nota. Gabelo (Conejo)  y Vari (Álvaro)  Mesén también y ahorita metemos a Alvarito Saborío. Es un deporte perfecto para cuando uno se retira  como profesional.

–¿Pensó en algún momento de su vida que haría un Ironman?

–Nunca. Gracias Dios y a Nielsen Buján (lo hice).

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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