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Error de Leonel Moreira dejó a la Sele congelada

Caída en Canadá nos deja a cinco puntos del cuarto lugar

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Catar 2022 está más lejos que nunca, más que los cinco puntos de distancia que hay entre Panamá y Costa Rica para entrar, al menos, al repechaje.

La derrota 1-0 en Canadá nos hundió en el quinto puesto de la octogonal y podría ser perfectamente nuestra fría lápida.

Echar la culpa a un solo error en defensa es mucho (aunque no justificable) cuando no se creó absolutamente nada en ofensiva. Dice una premisa que el que busca el empate usualmente pierde. Y quedamos horribles, obligados a ganarle a Honduras el martes para dejar encendida una tenue llamita de esperanza.

La torta de Leonel Moreira que aprovechó Jonathan David nos metió en un broncón en la tabla de posiciones que ya se partió en dos, con cuatro arriba y cuatro abajo.

Canadá no era el equipazo que nos pintaron, que nos iba a masacrar, pero cuando se juega a no perder un error te puede matar y así fue.

La Sele llegó a la fortaleza congelada de Edmonton, como definió la propia federación canadiense al estadio Commonwealth en la ciudad de Alberta, con los ánimos muy fríos por lo que era su visita a esas tierras.

A miles de kilómetros, en Tiquicia, la situación estaba igual de fría, solo los muy fiebres de la Sele pensaban algo positivo, mientras que muchos vaticinaban una masacre o un papelón histórico.

Cuando agarraron y vieron la alineación con nombres como Orlando Galo, Youstin Salas y Jewisson Bennette con nula experiencia en eliminatorias a muchos se les paró el pelo.

En los primeros minutos entramos a meter el bus y no armábamos un lego de dos piezas, no pasábamos de media cancha.

A los 15 minutos Francisco Calvo desvió la pecosa luego de un tiro de esquina de Canadá y la pegó en el horizontal, ¡qué susto!

Leonel Moreira, selección

Breve ilusión

Conforme fueron pasando los minutos la Sele se fue calentando, no solo en juego sino en carácter, no se dejó apantallar por los canadienses que nos trataban de sacar pecho en cada jugada, como si fuera una mejenga de hockey.

Los cero grados de temperatura en Edmonton no enfriaban el carácter que mostraban los ticos, desde los más viejos hasta los más jóvenes como lo demostró Jewisson con solo 17 años encarando rivales y sacándoles canas tratando de frenarlo.

A puro colmillo, Costa Rica pudo nivelar las acciones y los que empezaron a perder la calma más bien eran los rivales, al rato hasta ellos pensaron que el partido era más fácil y cuando vieron que la cosa no era así, se empezaron a desesperar.

La sensación inicial de que a Canadá fuimos en plan de víctimas se empezó a borrar, el partido mismo nos mostraba que podíamos sacar algo y que jugadores como Alphonso Davies y Jonathan David tampoco eran extraterrestres.

Youstin Salas, otro al que no lo arrugó al partido, mandó la más clara de la Sele, un remate de seguido que el meta canadiense Milan Borjan atrapó de buena manera.

Cerramos el primer tiempo más optimistas que nunca, porque estábamos completando un partido sin errores, lo que una sola acción en el segundo tiempo cambió.

¡Qué dolor!

Como sucedió al arranque del juego, los locales salieron a apretarnos, a presionar y meter a los ticos en el área, una chilena de Tajon Buchanan al horizontal fue nuestro primer susto a los 53.

Cuatro minutos después cayó lo que nos costó todo, una salida de Osito que parecía fácil, pero inesperadamente dejó caer el balón. En Costa Rica vimos como en cámara lenta como la pecosa le quedó servida a David, quien nos liquidó con un remate al primer palo aprovechando el regalo.

Leo pudo rechazar, puñetear, hacer un montón de cosas en un molote de jugadores que entraron a incomodarlo, pero lo que hizo fue reclamar una falta que nunca existió y toda la ilusión que sentimos por casi 60 minutos se esfumó. Este horror se suma al que cometió en Estados Unidos.

Lamentablemente del carácter del primer tiempo no quedó nada, el gol nos congeló el corazón y los cambios de Luis Fernando Suárez no cambiaron nada. No hubo una sola jugada para preocupar al rival.

La cosa es simple, el avión a Catar nos va a dejar botados y si derrotamos a Honduras (que es obligación) solo alargaríamos la agonía.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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