Japón y España disputarán de nuevo la final del Mundial Femenino Sub-20. Será un duelo con sabor a revancha para la Rojita (como se le llama a las selecciones menores del país europeo), que perdió hace cuatro años ante las niponas en la última edición del torneo de esa categoría.
El partido, a disputarse en el Estadio Nacional, será la oportunidad para que las ibéricas busquen conquistar su primer Mundial de la categoría y vengar aquella derrota sufrida ante Japón en la final de Francia 2018.
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Para las asiáticas, una victoria supondría su segundo trofeo, en una competición en la que las selecciones de Estados Unidos y Alemania suman tres títulos cada una y Corea del Norte dos.
Salvo los técnicos Pedro López y Futoshi Ikeda, ninguna jugadora de la final anterior repetirá en la cita del domingo. El partido será a las 8 de la noche, hora local.
Defendiendo el título
Japón ha defendido su corona con un fútbol vistoso y veloz, basado en el control de la pelota y los pases filtrados para saltar las lineas del rival.
Esa escuadra también ha mostrado mucha velocidad y versatilidad a la hora de atacar, con detalles de gran calidad y con Yuzuki Yamamoto, Maika Hamano y Aoba Fujino como principales amenazas para las defensas rivales.
Tercer lugar. Este domingo también se llevará a cabo el juego por el tercer lugar de la Copa del Mundo, entre Brasil y Holanda. Será en el Nacional, a las 4:30 p.m.
Las españolas podrían darle un nuevo título al fútbol femenino de su país, que ya suma, entre otros, un Mundial Sub-17, ganado en 2018, y la Eurocopa Sub-19, esta última en julio.
Las españolas llegan a la final con cuatro victorias y un empate, con 11 goles a favor y solo uno en contra. Pero más allá de los números, despliega el modelo de juego que ha hecho a España reconocible en los últimos 15 años, el famoso ‘tiki-taka’.