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Esteban Alvarado le echó un balde de “Water” fría al Herediano y lo eliminó de Liga Concacaf

Cuadro florense quedó eliminado en penales

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Un bañazo, de esos que difícilmente se olvidan, así fue la eliminación del Herediano este jueves en su propia casa al caer en penales ante el Waterhouse de Jamaica por 7-6 luego que en el tiempo regular empataron 1-1 en el Rosabal Cordero.

El responsable de que el Team quedara eliminado fue el portero Esteban Alvarado, quien botó el penal decisivo en una kilométrica tanda.

La tempranera eliminación en los octavos de final de la Liga Concacaf, torneo en el que era campeón defensor le impide clasificar a la Liga de Campeones de Concacaf del próximo año.

Tres días antes de recibir al Saprissa, el Team lució una de sus peores caras, de esas que no querrá ver nunca ahora que sus partidos sean transmitidos por Teletica, porque ahora sí todo el país se dará cuenta del papelón.

Por el inicio del partido, todo parecía que el Team tendría una noche tranquila y como estaba en el guion, luego que al minuto uno Yeltsin Tejeda la mandara a guardar en apenas la primera jugada de los florenses.

El mexicano Bryan Rubio la mandó al área, Francisco Rodríguez la bajó y la sirvió al centro adonde venía entrando el volante oriundo de Limón para abrir el marcador con un remate de seguido.

Lamentablemente para los rojiamarillos, ese primer minuto fue su mejor momento del primer tiempo, porque esa sensación de “partido fácil” se fue disipando conforme avanzaron los minutos y los caribeños mostraron que no llegaron a regalarse.

Con cada jugada que el local fallaba en el marco rival, le daba al Waterhouse fuerza para adelantar filas e ir a buscar algo, tanta que se fue convenciendo poco a poco de que el camino tal vez no era tan empedrado como pensó.

Para pasar de ronda, los jamaiquinos estaban en la obligación de anotar al menos uno y llevar la mejenga a penales y ese gol llegó con un bombazo tan inesperado como explosivo.

A los 28 minutos, después de conducir la pecosa por algunos metros sin que lo apretara mucho la marca, Colorado Murray soltó un zapatazo tremendo de fuera del área que agarró a Esteban Alvarado asando elotes por lo lejos del tiro.

El pepino, a los que dejó más colorados fue a los aficionados florenses, que vieron como poco a poco el “jamón” le empezó a caer mal y amenazaba con algo más que una indigestión.

A ese punto, si los visitantes metían otro gol, obligaban al Team a meter dos, por la regla del gol de visita, por lo que la situación ya se volvió bastante complicada.

La alineación que tiró Jafet Soto a la cancha tenía algunas variantes de los hombres que suelen jugar de titulares, dejando en banca a figuras como Esteban Granados, Keysher Fuller y Freddy Álvarez.

Igual, con el equipo que sea, se pensaría que los rojiamarillos estaban en la obligación de ganarle a cualquier versión del Waterhouse, por más discursos de " las ventajas se han acortado", las cosas como son.

Al piso

Para cuando los equipos volvieron del descanso, los jamaiquinos salieron con una premisa muy clara, aguantar el golcito y ante cualquier roce con el rival tírese al césped y gaste minutos para ir quemando tiempo.

El más claro ejemplo de esto era el arquero Akeen Chambers, quien tras cada tiro “se lesionaba” y daba siete vueltas en el suelo como actor de segunda, hasta que el árbitro Oliver Vergara de Panamá lo convencía de levantarse.

Los jugadores jamaiquinos parecían como de papel, lo que hacía que la paciencia florense se fuera agotando poco a poco, máxime porque no lograban armar una sola jugada clara en ofensiva a pesar del ingreso de Alberth Villalobos y Freddy.

Al 66 el Team finalmente pudo asociar una entre el Divino Rodríguez y Alberth, en un remate que terminó el oriundo de Grecia y Chambers rechazó, mostrando que podía hacer algo más que tirarse al suelo.

Ese remate soltó un poco a los ticos y en los siguientes dos minutos le anduvo de cerca al gol con un cabezazo del Divino y otro remate de Freddy que se fue por poco, sin embargo fallos que no hacían más que ir desesperando al equipo.

Con toda seguridad se puede afirmar que al menos en el segundo tiempo, quienes corrieron más de parte de los caribeños fue el cuerpo médico, por todas las veces que le tocó entrar a atender a los “lesionados”.

Esa jugadera tenía ya al borde de la desesperación a Soto y todo el banquillo herediano, quienes le caían como una jauría al cuarto árbitro pidiendo que hiciera algo, reclamos que caían en saco roto.

El empate se fue haciendo gigante hasta que llegaron los penales, al igual que la desesperación del Team, oliendo algo que podría terminar en un papelón histórico... ¡y así fue!

Después de un montón de remates de penal, llegó el turno de los porteros de tirar.

El guardameta de la visita, tiró de forma fina su remate, engañando y dejando a Alavarado viendo pa’l ciprés. El portero herediano se mordió y se quiso desquitar con tanta fuerza que le metió un patadón a la bola que, probablemente, no ha caído.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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