La crisis manuda obedece a falta de liderazgo y a la poca unión de grupo. Al menos así lo consideran los exdirectivos liguistas que consultó La Teja para conocer qué es lo que está pasando con el equipo rojinegro.

Raúl Pinto, presidente de la Liga entre el 2010 y el 2016 opinó que los resultados de las últimas tres jornadas son preocupantes y que la junta directiva debe actuar ya si desean levantar el rendimiento del equipo.

“No sé exactamente qué está pasando, yo diría que la junta directiva, el cuerpo técnico y lo jugadores deben reunirse para que se digan las cosas de frente. A mí parecer el equipo no está unido y eso se ve reflejado”, comentó.

Pinto fue más allá al considerar que a lo interno del grupo podrían haber diferencias que no dejan al equipo sacar resultados.

“Siento que hay algo en el camerino, algún tipo de problema y lo tienen que arreglar, porque sin unión no hay campeonato”, explicó.

Por su parte, Marco Vásquez, quien fue directivo manudo de 1999 al 2017, apuntó otro problema que, según él, han tenido los últimos equipos liguistas.

“Me parece que el liderazgo que algunos jugadores deben tener en el camerino no lo están ejerciendo. En tiempos pasados estaban Mauricio Montero, Javier Delgado, Luis Diego Arnáez, Wílmer López o Pablo Gabas que eran los encargados de jalar al resto de compañeros para que se comprometieran aún más”, mencionó.

Vásquez agregó que esa falta de liderazgo también se siente en el cuerpo técnico, especialmente en técnico Andrés Carevic, quien a su criterio le ha costado manejar los partidos, especialmente en los cierres.

“No conozco al técnico, pero he notado que le cuestan algunos partidos y eso en alguna medida es un síntoma de un liderazgo que no se ve reflejado. Él me parece una persona trabajadora, pero no sé si tenga la aptitud para manejar el camerino de la Liga”, añadió.

Otro que también señaló deficiencias en el equipo centenario fue Javier Delgado. Para él, la presión por no ser campeones ha afectado al actual plantel; sin embargo, considera que este es el momento de sacar pecho.

“La presión que tiene el equipo puede ser que le afecte en momentos culminantes y que le juegue una mala pasada. Un punto que no se puede descuidar es el aspecto emocional, no sé si lo están trabajando, pero tiene que hacerlo si quieren que el equipo sea campeón”, aseguró el Sheriff.

No hay tiempo para experimentos

Para Vásquez, el partido ante Guadalupe no era el ideal para hacer experimentos como el de usar al joven Geancarlo Castro quien solo disputó los primeros 45 minutos, o el de guardarse a jugadores determinantes como Jonathan Moya, Allen Guevara o Alex López.

“No era el momento para hacer ese tipo de experimentos y mucho menos por la clase de partidos que se dieron antes, lo que tenía que hacer el técnico era salir con todo a ganar, pero ocurrió lo contrario”, destacó.

Raúl Pinto aseguró que pese a las cargas de trabajo que han tenido los jugadores por la seguidilla de partidos, eso no debe ser una excusa para justificar los malos resultados, pues a su criterio, un equipo grande debe tener variantes que puedan sustituir con buen fútbol a los titulares.

Por otra parte, Delgado explicó que la estrategia del técnico Carevic no fue un experimento, más bien lo que quiso fue rotar a algunos jugadores que quizá tenían una carga mayor que otros.

“Viendo los resultados parece que guardarse a algunos jugadores no fue lo mejor, pero también hay que ver que Guadalupe hizo un buen partido y que tiene una base buena de jugadores. Ahora lo que resta es levantar al equipo para cerrar bien lo que queda del torneo”, explicó Javier.

Los dos últimos encuentros de la Liga serán el domingo en casa ante Santos a las 7 p.m. y el miércoles de visita contra Jicaral, si desean obtener el segundo puesto deben ganar sus partidos y esperar a que el Herediano no le gane a San Carlos o Pérez Zeledón.