Exentrenador de Johan Venegas considera que al jugador lo han desperdiciado en la selección

Que el seleccionado Johan Venegas no exhiba un fútbol más productivo en ataque es culpa de Óscar Ramírez, quien lo pone en otra posición para que le cumpla distintas tareas tácticas, algo que restringe su capacidad de ataque.

Eso es lo que piensa Martín Solano, el entrenador que descubrió al Cachetón y quien le dio su primera oportunidad cuando con ocho años llegó al equipo Envaco.

A su juicio, Venegas es una especie de Ferrari al que no se le puede sacar el máximo provecho porque nuestras calles están en mal estado o saturadas de carros.

“Ese vehículo, de acuerdo con mi perspectiva, estaría mal utilizado, el mismo término que le aplico yo a Venegas cuando lo colocan en una posición que no es en la que se desenvuelve mejor o que puede producir más”, expresó Martín, quien es hermano de Manuel Alberto Solano, otro gran descubridor de promesas en la historia del fútbol de Limón.

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Venegas es usado como volante lateral por derecha y hasta por izquierda, cuando realmente su mejor accionar lo consigue por el centro o en punta, considera Solano.

“Óscar Ramírez no lo colocó en ninguna de esas dos posiciones porque jugaba con solo un delantero y ese fue Marco Urena, eso limitó mucho a Johan”, expresó el técnico, quien aclaró que al seleccionador se le respeta su criterio aunque no lo comparta.

A su juicio, el tema se torna aún más inexplicable cuando lo coloca como un volante lateral por izquierda.

Tanto Martín como Manuel, coinciden en que al atacar con pelotazos dirigidos a Ureña, Costa Rica careció de contundencia ofensiva, porque en el preciso momento en que se lanzaba la asistencia, el atacante ya tenía dos o tres marcas encima.

“Ese delantero en solitario permanentemente tenía que apoyarse en dos o tres compañeros, porque de lo contrario poco o casi nada podría hacer, como sucedió”, dijo.

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Johan, de acuerdo con la opinión de su primer entrenador, comenzó a destacar por su habilidad con el balón en juego pausado y no explosivo, aunque también tiene sus momentos cuando sorprende con un regate o un pique.

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“A mi gusto debería de aproximarse más al marco contrario y pisar más el área enemiga, pero cada entrenador tiene sus ideas y hay que respetarlas”, comentó.

Por las manos de Solano pasaron unos 30 jugadores que llegaron a ser titulares y estrellas del balompié nacional, quienes nacieron de las fuerzas básicas de los equipos donde Solano dirigió como Envaco y el Deportivo Cavallini.

Enrique Rivers, Dennis Marhsall, Rodolfo Mills y Enrique Díaz son parte de una cuna que el Cachetón pulsea dejar en alto.