Jonathan Cisneros y su esposa, Ivette Durán, son dos salvadoreños con el corazón tico, pero no lo decimos solo porque tienen 10 años de vivir en Costa Rica, sino porque su hija, Maya Luz, nació en nuestro país.
“Tenemos diez años de vivir en Costa Rica, me salió una oportunidad laboral en Tigo en diciembre del 2011, era venirse de una vez sin pensarlo mucho, me vine con mi esposa y pasamos la Navidad y el Año Nuevo en un hotel, pero ya llevamos diez años en Costa Rica y estamos muy felices”, contó Jonathan.
Ya estando en Costa Rica nació Maya Luz, hace seis años.
Lo vacilón es que la familia está totalmente dividida, el papá va por el empate, aunque en el fondo sueña que su país vuelva a un mundial. La mamá no se anduvo por las ramas y quiere que gane la Selecta, mientras que Maya va con la Sele.
“La niña tiene las dos camisetas, le pregunté y me dijo que le pusiera la de Costa Rica”, asegura doña Ivette.
La familia confiesa que las eliminatorias los acerca a su país y que están disfrutando el ambiente a más no poder.
“En Costa Rica y en El Salvador hay una cultura futbolera, se vive con mucha euforia. Obviamente uno quiere que los dos vayan al mundial, pero se vive con más intensidad en El Salvador porque tenemos desde el 82 (de no ir a un mundial), en cambio ustedes ya se acostumbraron a celebrar”, dijo Jonathan.
La entrada de los aficionados que se les permitió ir al estadio fue fluida, sin problemas.