Al mejor estilo del equipo alemán Borussia Mönchengladbach, el Saprissa permitió que 300 de sus aficionados asomaran aunque fuera la cara en las gradas de la Cueva para el partido de miércoles ante el Herediano.
Con la campaña, “Nunca jugarán solos, aquí estoy morado soy", los aficionados podían comprar una pequeña silueta en forma de aficionado que llevaría su cara. Cada muñequito costaba ¢7 mil.
Caras de niños, jóvenes, hombres, mujeres y hasta adultos mayores, de todo hubo, mostrando lo amplía y variada que es una afición como la morada.
Las siluetas fueron colocadas en las plateas este y oeste para meter un poquito de ambiente en un estadio vacío, en el que hubo grandes banderas morado y blanco en otros sectores de la Cueva.
Para el duelo ante Limón del próximo miércoles, los aficionados “volverán” a las gradas, estos u otros, pero al menos servirán para hacerse sentir un poquito más cerca del equipo de sus amores.
Lo vacilón es que hasta los muñequitos de cartón respetaron el distanciamiento social, pues estaban sentados a una butaca de distancia.