El fisioterapeuta tico David Sáenz atiende a futbolistas del Chelsea inglés desde hace casi dos años.
Sáenz vive en Dubái, país al que llegó en el 2019 y en donde poco a poco se fue abriendo espacio hasta darse el taco de atender a algunos de los futbolistas más reconocidos del planeta.
Algunos de sus pacientes han sido el tico Cristian Gamboa y el brasileño Ronaldinho (no puede dar detalles por temas de confidencialidad).
A este muchacho, de 33 años, le gusta el deporte y siempre se ha interesado por servir a los demás, razón por la cual estudió fisioterapia y osteopatía (un tipo de medicina alternativa que enfatiza la manipulación física del tejido muscular y óseo).
Cuando era un chiquillo jugó en las ligas menores del Herediano, pero las lesiones no le permitieron seguir jugando.
“Jugué con Herediano desde los diez hasta los diecisiete años. Fui volante y defensa, pero sinceramente no era muy bueno y también me lesioné bastante.
“Por eso decidí estudiar fisioterapia, para ayudar a los deportistas desde el otro lado”, recordó este herediano de nacimiento, que ahora vive en el distrito de Marina, en Dubái.
De Tiquicia para el mundo
En Tiquicia, David se graduó en la Ucimed y aprovechó una beca del ministerio de Relaciones Exteriores para hacer una maestría en España, en Fisioterapia Deportiva Avanzada.
En Costa Rica trabajó en los Juegos Nacionales y con el Icoder atendiendo a futbolistas profesionales y su primera experiencia profesional en el extranjero la tuvo gracias al defensor liberiano Cristian Gamboa.
“En el 2017 trabajé con Cristian Gamboa mientras se preparaba para el Mundial de Rusia 2018. Él me ayudó a llegar a Escocia para atender a algunos de sus compañeros en el Celtic, como el mediocampista Tom Rogic (australiano) y allí estuve por seis meses.
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“Cristian es uno de mis mejores amigos, lo conocí por medio de Luis Prieto, que también es fisioterapeuta y me ha apoyado para estar en donde estoy al día de hoy.
Mientras estaba en Escocia, David también se la jugaba para sacar su maestría en España.
“Inicialmente iba a llevar la beca en la Universidad de Extremadura, pero tuve una serie de problemas con el papeleo.
“Precisamente, Prieto me ayudó para seguir estudiando y con lo que ganaba en Escocia iba cursando la maestría y así logré graduarme en la maestría de Patología de Cadera de Futbolista, en la Universidad CEU San Pablo.
En España, David también sacó una especialidad en osteopatía, en la Escuela de Osteopatía de Madrid.
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Después de terminar la maestría en España, al tico le surgió la posibilidad de irse a Dubái para ejercer su profesión.
“Comencé trabajando en una clínica y poco a poco comencé a buscar oportunidades para independizarme.
“Ahora tengo mi propio negocio, se llama Advance Health Solutions, en donde doy consultorías a jugadores de distintas naciones”, destacó.
Por Charly comenzó todo
Uno de sus pacientes y quien le abrió las puertas para trabajar con el actual campeón de Europa fue el delantero belga Charly Musonda.
“Me mantenía en contacto con el Chelsea y decidieron hacerme consultor. Si hay un futbolista lesionado y no desea llevar su recuperación en Londres por el tema del frío, se viene acá y llevamos un plan de recuperación de la mano con el equipo”, afirmó.
Al estar trabajando con el club no puede dar nombres de algunos de sus pacientes, ni siquiera se puede dar el lujo de publicar en redes sociales, pero aseguró que también atendió a Samir Nasri, del Manchester City; Osmaune Dembelé del Barcelona; el español Álvaro Morata y el nigeriano Jerry Uche Mbakogu, del Cosenza Calcio de la segunda división italiana.
Pulseador
David se siente bien en Dubái, un país en donde la cultura árabe no es tan radical como en otros países, gracias a la gran cantidad de extranjeros que viven ahí.
“Dubái es uno de los siete emiratos árabes, pero acá el jeque tiene una visión futurista, entonces hay un nivel de competencia alto, en donde todas las clínicas tienen que tener lo mejor, lo más grande, el nivel de exigencia es alto, porque hay profesionales de todo el mundo”, aseguró.
David comentó que la alimentación es bastante variada y las autoridades del país promueven la alimentación saludable.
“Uno ve comida libanesa, comida iraquí, hay arroz, proteínas, hay de todo para todas las nacionalidades, entonces eso no es problema”, comentó.
Con su experiencia, David le quiere abrir las puertas a otros fisioterapeutas ticos, para que puedan forjarse una carrera en el extranjero.
“Al estar acá uno está obligado todos los días a mejorar por la alta competencia. Siento que lo mío no es solamente suerte, hay mucho trabajo y sacrificio y al final eso me ha ayudado a estar en una posición privilegiada y mi responsabilidad es dejar en lo más alto el peldaño para que otros fisioterapeutas en Costa Rica puedan abrirse puertas a nivel internacional”, alegó.