En su primer partido como titular y en apenas dos minutos, Francisco Rodríguez clavó su primer pepino con el Saprissa, gol que gritó con todo, con el alma, frente a la afición de Herediano y casi en la cara del técnico Jeaustin Campos.
La salida del Divino del Team era crónica de una muerte anunciada, luego de un torneo en el que casi no jugó y de no tener la confianza del entrenador florense y su directiva.
Aquel grito de gol fue un deshago, pero para el ariete fue más por un tema personal que porque tuviera algo contra alguien, aseguró a los medios luego del duelo ante su exequipo.
“Estoy feliz por la anotación porque llevaba mucho sin anotar y sin jugar también. Me dieron la oportunidad de ser titular después de prácticamente una temporada del último partido que lo hice de esa manera. Fue cuando me lesioné en el primer partido del campeonato pasado y luego no jugué más, por lo que fue un desahogo en lo personal y que llego al grupo a aportar goles.
“Yo estaba de ese lado cuando anoté, obviamente uno no puede ir al banquillo de ellos a hacer nada, tal vez ni siquiera me percaté de eso (que tenía a Jeaustin al frente). Esa es mi celebración habitual, creo que los heredianos la conocen. Si dijeron cosas es normal, a nadie le gusta que le anoten”, dijo el Divino.
En la parte física el jugador asegura que irá trabajando poco a poco para estar en su mejor nivel, pero que arrancó el año con la confianza a tope.
“Al principio del año estuve con covid y eso me retrasó un poquito, pero me siento muy bien, también a lo interno del camerino y hoy ya en la cancha tuve muy lindas sensaciones y muy comprometido con esta institución”, aseguró Rodríguez que buscará seguir por esta senda.